Psicosis en la vida nocturna de Francia por el aumento de agresiones con jeringuillas en las discotecas
Decenas de jóvenes han denunciado en las comisarías haber sentido náuseas, vértigos y dolores tras recibir un pinchazo mientras bailaban
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La intensa vida nocturna del puente de primeros de mayo es víctima, en Francia, de la psicosis de las jeringuillas envenenadas, agravando una histórica crisis de las discotecas.
Desde hace siete días, más de medio centenar de mujeres jóvenes, de 18 a 24 años, han sido víctimas de misteriosos pinchazos que les han provocado vértigos, náuseas, desvanecimientos, dolores de cierta gravedad.
Louise , de 18 años, que celebraba el aniversario de una amiga en Roanne (departamento del Loire), cuenta de ese modo su propio caso: «Todo iba bien. Al final de la fiesta, pasé muy rápido por los lavabos. Al salir, un tipo con el que no había deseado bailar , me dio un manotazo en un muslo. Pensé que solo era una grosería machista . Al regresar casa, me tiré en la cama, aturdida. Comencé a vomitar, tenía vértigo. Mi madre llamó a un médico de urgencia, ante la evidencia de un pinchazo que había provocado una inflamación morada…».
Como Louise, varias decenas de chicas jóvenes, en París y muchas capitales y ciudades de provincias, han sufrido el mismo tipo de ataques. Mientras bailaban, antes o después, en una discoteca , sentían un pinchazo , en un brazo, en un muslo… horas más tarde, los mismo síntomas, inquietantes, de origen desconocido.
Varias chicas no han dudado en presentarse en las comisarías más próximas para denunciar sus casos. Ante la multiplicación de incidentes del mismo tipo, varios fiscales están interviniendo, pidiendo investigaciones policiales. Raphaël Balland, fiscal del Estado, en Béziers, en la Cataluña francesa, comenta: «Varios colegas, en la región y en París, hemos tomado la misma decisión. Pedir a las mujeres que hayan sido agredidas, de alguna manera, que se presenten en una comisaría o gendarmería, en un centro médico o un hospital, para proceder a los análisis que correspondan».
Hasta la tarde-noche del viernes, ningún análisis había permitido detectar el origen del producto químico inyectado a través de jeringuillas. Algunos especialistas sospechan que pudieran tratarse de agresiones realizadas con GHB (ácido Gamma Hydroxy Butyrico) conocido como 'éxtasis líquido', la 'droga de los violadores': una suerte de polvo blanco, soluble, inyectable con facilidad a través de jeringuillas y/o agujas especiales.
Sin embargo, ninguna investigación, en curso, ha permitido confirmar agresiones sexuales o violaciones propiamente dichas. Las mujeres agredidas pudieran regresar solas o acompañadas a sus domicilios.
La multiplicación de incidentes en serie, en toda Francia, ha creado un clima nacional de cierta psicosis, con una consecuencia inmediata: una caída espectacular de la frecuentación de discotecas, en vísperas del gran puente de primeros de mayo.
Según el sindicato de empresarios del ramo, la asistencia habría caído en un 50% de media, en París y varias capitales de provincias. Cifra doblemente dramática: a las agresiones de mujeres jóvenes se suma el desastre económico temido.
Según las estadísticas oficiales, en Francia desaparecieron 1.100 discotecas entre los años 2008 y 2020. La crisis sanitaria de la pandemia aceleró una caída del 20% de la cifra de negocios. Cuando las 1.500 discotecas que existen en toda Francia , hoy, comenzaban a recuperarse y esperaban con ansiedad las próximas vacaciones, la crisis de las agresiones con jeringuillas abre un nuevo y amargo paréntesis con flecos negros que rozan lo dramático.
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