Coronavirus
Los niños austriacos harán gárgaras en la vuelta al cole
Austria se sirve de un nuevo método de test para monitorear el coronavirus en los colegios
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La vuelta al cole en Austria estará acompañada de test aleatorios y regulares, que los alumnos incorporarán a su rutina escolar. Pero en busca de procedimientos menos agresivos que el hisopo introducido en nariz y garganta, desagradable para todos y que espanta especialmente a los más pequeños, la Universidad de Viena ha desarrollado un test que cambia el hisopo por las gárgar as . Será suficiente con hacer gárgaras durante un minuto con una solución salina especial, en la que las partículas de la garganta se adhieren y que tiene el efecto de un frotis.
Este nuevo método será aplicado como proyecto piloto a un grupo representativo de 15.000 escolares y 1.200 profesores en 250 colegios austriacos cada tres semanas. Con él se espera detectar casos asintomáticos y, «a la vez que se protege a la comunidad educativa permitiendo los necesarios rastreos de contagio, servirá de registro de la evolución del virus entre la población austriaca, que podrá inferirse de la evolución en la población escolar», ha explicado el ministro de Educación de Austria, Heinz Faßmann.
El nuevo método de test ha sido probado a principios del verano con resultados «muy satisfactorios» . Las muestras obtenidas se analizan en busca de material genético del virus en un laboratorio. Según los investigadores, se pueden analizar diez muestras a la vez . Si el resultado es positivo, las muestras se vuelven a analizar una por una.
En un estudio piloto en la primavera, en el que se realizaron pruebas a 5.100 estudiantes y profesores en Viena, las gárgaras tuvieron resultados comparables a los de la muestra de garganta con hisopo , según asegura el microbiólogo y director del estudio, Michael Wagner. «Hacer gárgaras es mucho más agradable y manejable para los niños. Los más pequeños lo toman incuso como un juego divertido y no tardan mucho en adquirir la habilidad”, relata, “incluso entre los estudiantes de primer grado, de seis años de edad, el 80% entrega muestras perfectas», enfatiza Wagner.
Este equipo de la Universidad de Viena confía incluso en que en un plazo no demasiado amplio de tiempo, estas pruebas se puedan hacer en casa . Solo será necesario un kit con la solución y el envase para empaquetar y etiquetar la muestra, que puede llevarse a un punto de recolección para que el laboratorio se ocupe de su análisis. «No nos vemos como una competencia a los test que ya se están realizando, tanto PCR como serológicos, pero que más bien pensados para grupos de riesgo», dice Wagner. «En el sistema educativo tendrán una función de monitoreo y no sustituirán a los test sanitarios», ha asegurado ministro Faßmann, «es un complemento a las pruebas clásicas de las autoridades sanitarias».
Alemania estima que la sensibilidad es menor
En Alemania, la ciudad de Colonia también está examinando actualmente un procedimiento de prueba con una solución para hacer gárgaras. Si el procedimiento demuestra ser tan confiable como el frotis, el departamento de salud local está dispuesto a ampliar su uso, a pesar de que el Instituto Robert Koch (RKI) se mostró inicialmente reacio a utilizar es método. «En general, se estima que la sensibilidad es menor que con un buen frotis», reprocha una portavoz de RKI.
Las familias, que han recibido ahora esta información junto al resto de protocolos de protección contra el coronavirus, de cara a la vuelta al cole el 7 de septiembre, han aceptado la propuesta de forma generalizada. «Lo que vamos a hacer es comenzar a hacer gárgaras en casa, para que sepa como hacerlas y todo funcione más fluido cuando tengan que hacerlo en el colegio», reacciona Lena, madre de dos niños de siete y nueva años que irán al colegio en Viena.
El objetivo de esta y del resto de medidas es conseguir que los colegios continúen abiertos durante el mayor tiempo posible , lograr «un aceptable grado de normalidad», en palabras de Faßmann, que subraya que la colaboración de los padres de los alumnos es parte fundamental del éxito.
El ministro ha considerado «absurda» la petición de algunos sindicatos de profesores de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en las aulas
El ministro, por lo demás, ha considerado «absurda» la petición de algunos sindicatos de profesores de imponer el uso obligatorio de la mascarilla en las aulas. «Es difícil imaginarse que se pueda transmitir entusiasmo a los alumnos por una materia si tanto ellos como el profesor tienen que estar durante toda la clase con la boca y la nariz cubiertas» ha justificado.
La mascarilla, sin embargo, sí será obligatoria en la entrada, en los pasillos y en las zonas comunes como cafeterías y salones de actos si se advierte un aumento del riesgo en un área geográfica determinada, según un «sistema de semáforo» con cuatro colores que irá advirtiendo de la necesidad de más precauciones con cuatro grados de alerta por colores. La mascarilla será necesaria en las zonas comunes si el colegio tiene el semáforo en amarillo, naranja, pero no en verde. El semáforo en rojo será indicativo de la necesidad de cierre temporal del colegio y trasladar las clases a Internet.
Otras normas que forman parte del proyecto, en el que el Ministerio ha trabajado durante el verano, son la ventilación de las aulas cada 20 minutos y por un mínimo de 5 minutos cada vez que se abren las ventanas. Los profesores también sean preparado y modificado sus métodos de enseñanza para trasladar al aire libre tantas clases como sea posible, por lo que las familias han recibido instrucciones de enviar a los niños al colegio este año más abrigados que de costumbre. A todo esto se suma un plan de información y contención de grupos que mantendrá al alumnado en compartimentos, evitando que todos tengan contacto con todos, y que supone divisiones en los patios de los colegios y turnos para las pausas.
Uno de los puntos en los que más ha insistido el ministro en la presentación de este curso, aunque parezca bastante obvio, es la concienciación a los padres de que no deben bajo ningún concepto enviar a los niños al colegio si tienen algún síntoma siquiera parecido a los de Covid-19, para lo que se repartirán folletos informativos sobre la amplia sintomatología de la enfermedad y sobre qué hacer y a quién acudir si se detecta en casa alguno de esos síntomas.
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