El fuego de Monchique, fuera de control
La villa del mismo nombre permanece aislada y el aire resulta irrespirable en el quinto día de fuego devastador
Cinco días lleva el incendio de Monchique activo. En la tarde del lunes 6 de agosto, las autoridades llegaron a pensar que estaba al borde de ser dominado , pero nada más lejos de la realidad. La madrugada fue larga y el fuego se reavivó, con seis focos en marcha y el pánico extendiéndose hacia Sines y Portimao.
De manera que la preocupación no cesa y el número de heridos asciende a 30 , con la población atemorizada porque transcurren los días y la situación continúa sin estar bajo control.
Más de 250 vecinos resultaron evacuados, como también los clientes de dos complejos hoteleros de las proximidades, donde proliferan este tipo de establecimientos.
La electricidad tuvo que ser cortada en algunas zonas, mientras que en otras hubo que echar mano de generadores. En cuanto al teléfono de emergencias, el 112, está completamente colapsado y al menos 170 llamadas quedaron sin respuesta.
La villa de Monchique permanece aislada, pues todas las carreteras que la circundan han sido cortadas y las nubes de humo convierten el aire en irrespirable.
¿Cuándo se detendrá este infierno?, se pregunta la población, frustrada por la embestida, sin olvidar que el riesgo de un desenlace negativo acecha a la vuelta de la esquina.
Hace siete meses que el plan de intervención contra incendios aguarda a ser aprobado, algo que ha salido a la luz en los últimos días y desespera a los habitantes de los alrededores, conscientes de que el 72% de los árboles son eucaliptos .
El comandante distrital de Faro, Vítor Vaz Pinto, ha declarado que «la situación es muy compleja porque varios focos volvieron a la actividad y el viento los expande».
De acuerdo con las cifras que facilitó, son 1.200 los operarios desplegados a lo largo de la amplia franja de incidencia, con 335 vehículos terrestres, 16 helicópteros de diferentes tamaños y dos grandes aviones Canadair enviados por el Gobierno español.
La noche en la aldea Luar da Fóia, desalojada por precaución, solo puede calificarse como tensa, igual que en los núcleos próximos a la villa de Monchique.
Las imágenes del Algarve en llamas dan la vuelta al mundo, y eso que no se han registrado muertos. Es la región más afectada por la acción del fuego este verano en Portugal.
Para colmo, la Sierra de Monchique es de un alto valor medioambiental, una circunstancia que dobla la preocupación al otro lado de la frontera. Además, si repuntara todavía más la catástrofe ecológica, podría llegar a suceder que l as llamas pasaran a territorio español.
El personal que combate las llamas ha vivido ya varias madrugadas sin tregua , incluso aunque están reforzados por oficiales del Ejército desplegados para ayudar a la población.
El Instituto Nacional de Emergencia Médica (INEM) no da abasto, especialmente porque se alivia la situación en unos puntos pero se agrava en otros.
El incendio se extiende a lo largo de dos frentes : uno en dirección a Caldas de Monchique y el Vale do Boi, el otro camino de la aldea de Sao Marcos da Serra.
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