Francisco: «Las cosas mejorarán en 2021 si trabajamos juntos por el bien común»
«No sabemos qué traerá el nuevo año. Pero lo que sí podemos hacer es comprometernos un poco más en el cuidado de los demás y de la naturaleza», propuso el Papa en el ángelus
Durante el ángelus de este primer domingo de 2021, Francisco felicitó otra vez el nuevo año y añadió que «como cristianos evitamos la mentalidad fatalista o mágica, y sabemos que las cosas mejorarán si trabajamos juntos por el bien común poniendo en el centro a los más débiles y desfavorecidos».
En vez de dejar el destino de 2021 en las manos de la suerte, el Papa propone a los cristianos que se comprometan «a cuidar un poco más a los demás y a la naturaleza, que es nuestro hogar común».
Alertó de « la tentación de cuidar sólo de los propios intereses » a todos los niveles. Por ejemplo, para algunos países «seguir haciendo la guerra»; en el caso de empresas, «concentrarse sólo en el perfil económico»; y para las personas, «vivir de forma hedonista, buscando sólo satisfacer el propio placer».
«He leído en los periódicos una noticia que me dio mucha pena», continuó apartándose del discurso que tenía preparado. «En un país, no recuerdo cuál, más de 40 aviones despegaron en la misma tarde para que algunos pudieran escapar del confinamiento y pasar unas buenas vacaciones. Pero esas personas, que son buenas, ¿no pensaron en los que se quedaban en casa? , ¿en los problemas económicos de tantos a causa de la pandemia?, ¿en los enfermos?»
Por eso, el Papa saludó especialmente « a quienes empiezan el año nuevo con mayor dificultad, a los enfermos, a los desempleados, a los que viven en situaciones de opresión o explotación». «Y también a todas las familias con niños pequeños o que están esperando un nacimiento. Un nacimiento es siempre una promesa de esperanza».
Antes de rezar el ángelus, Francisco había reflexionado sobre las lecturas de la misa de este domingo, el prólogo del evangelio de Juan.
«Jesús se hizo carne… ¿No podría haberlo escrito de una manera más elegante, por ejemplo, que se hizo hombre?», se preguntó el Papa. «No, Juan usa la palabra carne porque indica nuestra condición humana en toda su debilidad. Nos dice que Dios se hizo frágil para poder tocar nuestra fragilidad de cerca. Por lo tanto, si el Señor se hizo carne, nada en nuestra vida le es ajeno. No hay nada que Él desprecie; podemos compartir todo con Él, todo. Dios se hizo carne para decirte que te ama allí donde estás más avergonzado», sugirió.
«Hoy hagamos una pausa en silencio frente al pesebre para saborear la ternura de Dios hecho cercano, hecho carne», propuso. «Y sin miedo, invitémosle a nuestra casa, a nuestra familia. Y también – cada uno sabe a cuáles - invitémoslo a nuestras fragilidades, para que vea nuestras heridas. Él vendrá y la vida cambiará», concluyó.
Francisco tenía buen aspecto, y se le veía más descansado que el pasado viernes. Probablemente ha superado la fase aguda de la ciática que le obligó a cancelar dos ceremonias el 31 de diciembre y el 1 de enero.
Su próxima cita con los peregrinos es la misa de la epifanía en el día de Reyes Magos.
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