La turista a la que no le permiten abortar en Malta interrrumpirá su embarazo en España: «Es inhumano»

Andrea Prudente, estadounidense de 38 años, comenzó a sufrir un aborto espontáneo en Malta, ahora viajará a Mallorca para poder interrupir el embarazo

Malta es el único país de la Unión Europea que tiene una prohibición total del aborto

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Andrea Prudente y Jay Weeldreyer disfrutaban de sus vacaciones en Malta Jay Weeldreyer

Una mujer estadounidense a la que se le negó una solicitud de aborto en Malta (después de sufrir los síntomas de un aborto espontáneo), se le permitió viajar a España para interrumpir su embarazo aquí, tal y como explicó su abogado el jueves. Andrea Prudente , de 38 años, que tiene 16 semanas de embarazo, estaba de vacaciones en Malta con su pareja Jay Weeldreyer cuando comenzó a sufrir un aborto espontáneo hace una semana.

En medio de temores por la salud de Prudente, la pareja solicitó un aborto cuando le dijeron que el embarazo ya no era viable . Sin embargo, la solicitud fue denegada ya que Malta no permite el aborto bajo ninguna circunstancia .

Los médicos se habían negado a certificarla como apta para viajar , pero desde entonces se han hecho arreglos a través del seguro de viaje de la pareja para permitirle volar a la isla española de Mallorca .

«La compañía de seguros ha finalizado las tramitaciones para que sean transportados en avión a Mallorca. Andrea se desmarca del consejo médico maltés porque su recomendación es que permanezca bajo observación«, dijo a Reuters la abogada de la pareja, Lara Dimitrijevic.

Leyes antiaborto de Malta

Malta tiene las leyes de aborto más estrictas de la Unión Europea y es el único país que prohíbe por completo el procedimiento. Las terminaciones solo se permiten si la madre está «muriendo inminentemente».

A pesar de que el feto de Andrea ya no es viable y esto conlleva graves riesgos para su vida, los médicos le dijeron a Prudente, del área de Seattle, que no podía abortar porque es ilegal en Malta, según dijo Weeldreyer a 'Euronews '. El hospital maltés en el que se encontraban se negó a interrumpir el embarazo porque todavía se podía detectar un latido del corazón del feto. En Malta, tendrían que esperar a que el corazón se pare o haya un riesgo inminente para la vida de la mujer antes de que puedan intervenir.

Alto riesgo para la madre

«Con la hemorragia y la separación de la placenta del útero, con la membrana totalmente rota y el cordón umbilical del bebé sobresaliendo de su cérvix, Andrea está en un riesgo altísimo de infección y todo se podría prevenir», dijo Jay a BBC. «El bebé no puede sobrevivir, no hay nada que se pueda hacer para cambiar eso. La queríamos, aún la queremos, la amamos, quisiéramos que sobreviviera, pero no lo va a hacer. Y no solo estamos en un punto en el que estamos perdiendo a una hija a la que queríamos, sino que el hospital está prolongando la exposición de Andrea a riesgos», agregó.

«La forma en que los malteses hablan de esto es que es un aborto, la verdad del asunto es que es un aborto espontáneo incompleto», contó Weeldreyer a 'Euronews'. «No hay posibilidad de que este embarazo resulte en un bebé viable» .

Aunque el feto todavía tiene latidos cardíacos, tiene cero posibilidades de sobrevivir y sufre muerte cerebral, añadió Weeldreyer. No queda líquido amniótico en el útero de Prudente ya que sus membranas se han roto y su placenta está parcialmente separada. «Esta es una pérdida catastrófica» , dijo Weeldreyer. «El bebé se va a morir». «Hay una buena posibilidad de que el bebé esté sufriendo ya que está siendo comprimido entre los tejidos de la madre», agregó.

Esperar a que deje de latir el corazón o irse a otro país

La mayoría de los médicos del país están en contra de la interrupción del embarazo. Sin embargo, alrededor de 300 a 400 mujeres maltesas viajan al extranjero cada año para abortar, principalmente al Reino Unido.

La pareja tenía dos opciones: quedarse en Malta y esperar, lo que podría incluir que Prudente enferme gravemente o incluso muera, o conseguir una evacuación médica a un país que realizara el procedimiento. En 2017, otra turista tuvo que ser también evacuada a Francia para tener un aborto de emergencia. Pero esto no es una opción para las mujeres en Malta.

La doctora Isabel Stabile, ginecóloga que ayuda a la pareja, junto con el Dr. Dimitrijevic, un abogado maltés y director del grupos 'Women for Choice', escribieron al ministerio de salud y al primer ministro del país pidiéndoles que intervengan. No recibieron respuesta. «Es una situación tortuosa e inhumana» , dijo Dimitrijevic.

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