La patronal de las clínicas abortivas denuncia que la ley de Montero promueve el método más dañino para las mujeres

Más de la mitad de las mujeres que optan por las pastillas para acabar con el embarazo tienen efectos secundarios, frente al 1,1 de las que se someten a intervención, según una investigación

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La ministra de Igualdad, Irene Montero JAIME GARCÍA

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«Hablo con mis amigas y a algunas, no pasa nada, es como ir al baño y ya está, pero otras se quedaron muy asustadas porque no se esperaban eso y pienso que esa parte no está muy bien explicada. Esa es mi experiencia, las pastillas son algo muy violento . Es demorado, ¿sabes? Estás ahí, 24 horas esperando, crea mucha ansiedad y cuando viene, te asustas porque es violento en tu cuerpo». Es el testimonio de una mujer que abortó mediante el método farmacológico, es decir, aquel por el que se acaba con el embarazo con pastillas , el método más dañino para las mujeres según un estudio de la Asociación de clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo (ACAI). La patronal ha denunciado este martes en rueda de prensa que en el anteproyecto de la ley del aborto que aprobó recientemente el Gobierno se promueve esta forma de abortar frente a la instrumental, que es aquella realizada por profesionales que consiste en la aspiración intrauterina. Según las conclusiones del estudio, más de la mitad de las mujeres que optan por las pastillas para interrumpir la gestación (el 51,6%) tienen efectos secundarios, frente al 1,1 de las que se someten a intervención. Los más frecuentes son las náuseas, los escalofríos y os vómitos.

«Acai siempre ha sostenido que los centros deben ofrecer en el mismo espacio las dos técnicas y que debe ser la mujer la que, una vez informada, pueda decidir adecuadamente a su situación», ha explicado Eva Rodríguez, vicepresidenta de la patronal , que ha criticado que la futura ley impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, «desoye esta condición indispensable y va a generalizar el aborto farmacológico». «Decimos esto porque se van a dedicar 8 millones a promocionar las técnicas farmacológicas y no se ha oído nada de cuánto se va a dedicar a las instrumentales», ha denunciado.

En la misma línea, Rodríguez ha afirmado que el anteproyecto también abre la puerta a que las cínicas puedan elegir si ofrecen solo una de las formas de aborto o las dos, lo que desde Acai temen que derivará en que la mayoría de los centros sanitarios se decanten exclusivamente por el método farmacológico al ser «más cómo y más barato». «Creemos que esta ley está marcada por intereses de la industria farmacéutica, de los profesionales y asociaciones que trabajan bajo su paraguas financiero y que desoye la realidad de las mujeres», ha lamentado. Del mismo modo, la vicepresidenta de ACAI ha asegurado que la patronal no tiene ningún interés en promover un método frente al otro , pues lo que cobran las clínicas por practicar abortos es lo mismo sea la forma que sea, ha dicho.

Para el estudio, elaborado por la asociación en colaboración con docentes de la facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla y de profesionales de la facultad de Medicina de la Universidad de Granada, se ha entrevistado a 1.536 mujeres de las que 1.317 eligieron el método intrumental y 219 el farmacológico. La mayoría de las que eligieron abortar con pastillas lo hicieron por tener miedo a la intervención , y la mayoría de las que se sometieron a esa intervención lo hicieron por la rapidez y seguridad que les transmitía.

Presencia de dolor

De las mujeres que abortaron de forma voluntaria, el 85,74% eligieron el método instrumenta. El 91,8% de las que abortaron de forma farmacológica aseguraron sentir dolor durante la expulsión del feto y de una intensidad alta, del 7,17 sobre 10. No hay datos del dolor durante el aborto por intervención porque las mujeres están sedadas. Sí hay del dolor de los días posteriores, sobre el que el 40,18% de las mujeres que abortaron con pastillas aseguraron haber sentido un dolor de alta intensidad, frente al 19,36% de las que lo sintieron tras someterse a una intervención.

La investigación también engloba un estudio cualitativo hecho con entrevistas a 32 mujeres que se sometieron a un aborto. Entre los motivos que llevan a las mujeres a decantarse por una forma de acabar con el embarazo o la otra destacan los motivos médicos, socioeconómicos y psicológicos o emocionales. Las que eligen abortar con pastillas, señala el estudio, se mueven por el miedo y la culpa. «Pues porque sinceramente lo veo más natural, es algo que lo vas a sentir tú como si fuese tuyo, yo que sé, que lo estás abortando tú, naturalmente que te duela y todo, pues también veo realmente necesario e se sufrimiento porque lo estás abortando porque te da la gana... es como un castigo», dijo una de las mujeres que tomó pastillas para interrumpir la gestación.

«Las dos técnicas más utilizadas en las primeras semanas de gestación, el aborto farmacológico y el instrumental, deben convivir, están obligados a entenderse. Ambos métodos son necesarios y complementarios para garantizar la calidad y la seguridad de la prestación sanitaria y para asegurar la libertad de elección de la mujer. Ya que las mujeres no solo tienen derecho a decidir si interrumpen o no su gestación, sino a hacerlo con la técnica más acorde a sus circunstancias íntimas, personales y sanitarias», defiende la patronal.

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