Calima y abundantes lluvias: el cóctel explosivo que amenaza con una nueva crisis en el mar Menor
El Instituto Español de Oceanografía alerta de un posible nuevo episodio de muerte masiva de peces y crustáceos
La amenaza de desastre ecológico planea un año más sobre el mar Menor , y los fenómenos meteorológicos del pasado mes de marzo, con abundantes lluvias y un insual episodio de calima, no han hecho más que agravarlo . El Instituto Español de Oceanografía (IEO) avisa este martes en un nuevo informe del peligro de que se agote el oxígeno del agua y se produzca, de nuevo, un episodio de muerte masiva de peces y crustáceos en la laguna salada.
El análisis, según informa el Ministerio para la Transición Ecológica, fue solicitado a raíz del episodio de lluvias torrenciales del pasado marzo. El mes fue el más húmedo de los vistos en la Región de Murcia de los últimos 62 años. Tampoco ayudó la calima , compuesta de hierro y fósforo: al caer en el océano, genera crecimientos masivos de plancton , habitualmente bienvenidos en los caladeros porque sirve de alimento para los peces. Pero en el delicado equilibrio que mantiene la albufera, no han sido buenas noticias.
«Estas anomalías climáticas unidas al estado de alta concentración de nutrientes ya existente en la laguna salada forman un cóctel perfecto para el crecimiento rápido de especies como macroalgas», que agotan el oxígeno, «y son el exponente más claro del proceso de eutrofización que vive la zona desde hace décadas», ha dicho el ministerio en un comunicado.
Los problemas del mar Menor persisten, pese a las diferentes medidas planteadas a partir de 2019, cuando se produjo el primer episodio de muerte masiva de peces y que volvió a repetirse en 2021. Este año ya han empezado a sonar las primeras voces de alarma, a la espera de que el aumento de las temperaturas y las horas de sol puedan facilitar un crecimiento explosivo de algas (alimentadas por los nutrientes que ya están en la laguna) y agoten el oxígeno y provoquen la muerte de los organismos de la laguna.
Según indican los autores del IEO, el proceso de eutrofización que ha venido sufriendo el mar Menor en las últimas décadas se debe al aporte masivo de nutrientes procedentes de la actividad humana en el entorno. Estas sustancias, principalmente nitrógeno y fósforo , entran en la laguna a través de la escorrentía superficial en las ramblas, mediante las aguas subterráneas o por arrastre de agua y materiales de cuenca durante las lluvias torrenciales como las sucedidas los últimos meses, entre otros.
El informe, además, advierte de que las fuertes lluvias provocaron una brusca caída de la salinidad , una variable de gran importancia en el mar Menor. Tras las precipitaciones, los acuíferos, llenos de nutrientes, están a rebosar y trasladan agua dulce con nitrógeno a la laguna salada, lo que desequilibra el ecosistema.
Las lluvias también han aumentando la turbidez del agua, pero los científicos del IEO temen que en las próximas semanas e incluso meses, esta siga aumentando por el crecimiento fitoplancton. Todo hace prever que el aumento de las temperaturas y de las horas de sol favorecerán su creciemiento.
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