Los beneficios de la calima: de fertilizante para el campo a alimento en los caladeros
El polvo sahariano acaba contribuyendo a la captación de gases de efecto invernadero de la atmósfera
Reduce la visibilidad, empeora la calidad del aire y tiene efectos sobre la salud, pero la calima , cuyos niveles han comenzado a descender este jueves en España , también tiene algunos beneficios. Su deposición sobre la tierra y el mar hace de fertilizante para el campo, de alimento para microalgas y acaba impulsando la absorción de gases de efecto invernadero.
El polvo sahariano que está llegando a España no procede de las típicas dunas de arena desérticas , explica a ABC Xavier Querol , profesor del Instituto de Diagnosis Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y uno de los mayores expertos en contaminación del aire en España. Se trata de partículas que se han creado de forma esporádica por lluvias torrenciales en cuencas endorréicas del territorio africano, y por la fricción de esos materiales con el suelo, que se van acumulando hasta que se da un viento muy potente capaz de transportarlos. Esto explica su composición: cuarzo, arcilla, carbotano cálcico, feldespatos, óxidos de hierro, fosfato, óxido de titanio y, a veces, sal procedente de lagos interiores africanos.
Todos esos componentes acaban nutriendo en el suelo. «Las lluvias rojas depositan más del 95% del hierro que se deposita en un año en Madrid , eso es un fertilizante para los bosques, para las plantas, y, al fertilizar, actúa como sumidero de CO2», explica Querol. Es decir, el fenómeno contribuye a absorber las emisiones de efecto invernadero que impulsan el cambio climático.
Pero sobre todo, el hierro y el fósforo que componen la calima, al caer en el océano, generan crecimientos masivos de plancton . Las microalgas absorben grandes cantidades de CO2 y, además, son el alimento de caladeros de pescado. «Contra más explosión de plancton hay, más comida para los peces y es favorable para los ecosistemas marinos», explica Querol.
También afecta al clima, cuenta el experto, que apunta a que encima de la Meseta puede formarse una capa de polvo de entre 2 y 7 kilómetros : «Sería el equivalente a nubes contínuas, pero en vez de agua, con polvo, y eso reduce la radiación solar incidente», explica. Estos días, por tanto, hay menos radiación solar que llega a España.
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