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ENTREVISTA A VALENTÍN FUSTER

«El colesterol me preocupa hoy más que el tabaquismo»

El cardiólogo trabaja en un estudio para apoyar su última teoría que, según reconoce, «dará que hablar»

26.02.13 - 11:39 -
«El colesterol me preocupa hoy más que el tabaquismo»
En la imagen, el reputado cardiólogo Valentín Fuster. Foto:José Ramón Ladra.

Parece difícil creer que las jornadas del cardiólogo Valentín Fuster (Cardona, 1943) tengan 24 horas. Además de ser el director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid y atender a una media de 15 pacientes en su consulta del Hospital Monte Sinai en Nueva York, escribe libros para enseñar a la población a prevenir lo que define como una pesadilla: la enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte en los países desarrollados. Y no solo eso. Este médico humanista, que cree en la visión social de la investigación, está continuamente diseñando estudios, en los que pretende probar científicamente teorías tan arriesgadas como que la obesidad y la adicción a las drogas están, en algún punto, relacionadas o que los fármacos para el colesterol deberían ser consumidos por un porcentaje de población mucho mayor de la actual.

–La obesidad infantil ha superado en España los niveles de EE UU. ¿Qué se puede hacer para abordarlo? –Hace ya cinco años se sabía que esto iba a pasar.

–Estoy entrando en la prevención de la obesidad infantil por dos motivos: el primero, para sensibilizar a los niños y, el segundo, porque a esta edad es cuando tú modelas las conductas que tendrás de adulto. Nuestra misión es entrar en el niño y evitar que llegue a la obesidad. Para ello, no hay mejor edad que de los tres a los cinco años.

–En este programa que comenta se ha visto que las intervenciones en niños influyen también en los padres

–Tienen mucho más impacto los niños en la conducta de los padres que estos en la conducta de sus hijos. Si quieres comer sano, dejar de fumar o hacer ejercicio, no hay nada como que tus hijos te induzcan a ello.

–Además de en Colombia, en España también está intentando acabar con esta lacra, ¿verdad?

–Efectivamente. Y lo novedoso de esta intervención es que trabajamos también en el control de las emociones y tratamos de probar una hipótesis bastante original: si los niños aprenden a decir que no cuando tienden a decir que sí (en hábitos saludables), esto influirá en la adicción a la droga que puede aparecer en la adolescencia. Esto, por supuesto, tiene que probarse. Es lo que pretendemos hacer con este estudio. Yo creo que tanto en la adicción a los hábitos de vida no saludables como la de las drogas ha de haber de entrada un aspecto de decisión personal y, para fomentar la decisión correcta, es importante conocer el tema.

–En un artículo que publica ‘Nature Review Cardiology’ propone administrar estatinas –fármacos para controlar el colesterol– a personas con este parámetro alto, pero en las que aún no está indicada la medicación. ¿Por qué?

–Este es un artículo que va a dar mucho que hablar, pero la cuestión es que creemos que el colesterol en sangre es muy elevado. Yo estoy tan preocupado con este tema, como lo estaba con el tabaquismo hace 15 años. El tabaco me sigue preocupando, porque está yendo a los países pobres, pero al menos ahora la gente está concienciada. Pero, ¿qué pasa con el colesterol? La estrategia que proponemos en este artículo la vamos a probar en 5.000 personas que no acuden al hospital, sino a la consulta regular del médico. Es gente que tiene el colesterol de mediano a alto, a la que vamos a dividir en dos grupos; a uno de ellos, le medicaremos con estatinas y al otro, no. Evaluaremos la proyección de eventos cardiovasculares y lo haremos en la población normal que es, al contrario de la que llega al hospital, a la que menos atención prestamos.

–Pero esta idea ¿no supondría un consumo excesivo de fármacos?

–Entiendo que es una estrategia debatible, aunque no para mí. No es que yo sea una persona profármacos, pero el hecho es que la obesidad está aumentando considerablemente. La gente puede ser reticente a tomar estatinas por unos eventuales efectos secundarios, pero de lo que no se dan cuenta es que la obesidad también tiene consecuencias muy graves. El problema es que nos gusta hablar de blanco o negro y parece que estamos proponiendo medicar a todo el mundo y no es así, vamos a dar estatinas a gente con colesterol de mediano a alto que actualmente no se trata.

–Parece que la sociedad tiene más miedo a enfermedades como el cáncer, menos prevalentes que las cardiovasculares. ¿Hay que cambiar esta percepción?

–La patología cardiovascular es más común y mata más que el cáncer. Además, estamos empezando a demostrar que el proceso vascular afecta a la función cognitiva del anciano. En otras palabras, que la patología cardiovascular podría estar asociada a procesos como el Alzhéimer. Este es un aspecto que no estamos teniendo en cuenta y es algo que solo puede cambiar con educación a la población.

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