Narcotráfico | Cádiz
Vídeo: Nuevo descaro absoluto de los petaqueros del narco en Chiclana, surten a una lancha mientras unos niños hacen piragüismo
NARCOTRÁFICO
Enésimas imágenes que demuestran la impunidad con la que se mueven en el caño las collas dedicadas a surtir de combustibles a las narcolanchas. Esta vez, delante de unos niños que participaban en una actividad deportiva
Cambio de tripulación y suministro de petacas a una narcolancha en directo, de nuevo en la costa de Cádiz
De nuevo la misma historia pero no por repetida deja de ser real. De nuevo varios grupos de personas dedicadas a surtir de combustible a las lanchas que se empeñan en introducir droga llegada de Marruecos a España han dado muestras de su más absoluto descaro en la costa de Cádiz. Y de nuevo, en esta ocasión, ha sido en los caños de Sancti Petri, entre San Fernando y Chiclana, y donde se han captado ya decenas de imágenes de esta misma historia.
Esta vez, estas imágenes llegadas a LA VOZ corresponden a la tarde de este martes. Se puede observar claramente (porque no se esconden) como unas tres lanchas pequeñas, petaqueras, de un motor, y con uno o dos individuos a bordo, se mueven por el caño. Llevan garrafas de combustible y parece que esperan. Van tapados aunque algunos de ellos ni eso.
Al lado, unos veinte niños juegan, se divierten, están participando en una actividad deportiva naútica de un club cercano, hacen paddel surf y piragüismo. Ven la escena y se quedan asombrados pero siguen en lo suyo, dentro de una cierta normalidad.
Al poco aparece el motivo de por qué esos 'marineros encapuchados' están ahí. A lo lejos, desde la salida al mar, se aproxima una 'goma', una embarcación semirrígida de las grandes, de las de doce metros o más de eslora y, entonces, empieza la acción. Las barquitas se abarloan a ella y empiezan a lanzarles las garrafas. Esa es la gasolina que necesitan para poder seguir permaneciendo en alta mar hasta que puedan o les den la orden de entrar a alijar (descargar los fardos de hachís en tierra).
De nuevo, cargan y se van. De nuevo no les pasa nada. Todo dentro de esta particular normalidad.
¡Esto no puede ser una normalidad!
Desde las asociaciones y sindicatos policiales llevan ya tiempo advirtiendo de esta situación, de la «impunidad» con la que actúan estas collas que están «directamente relacionadas con el narcotráfico».
«¡Esto no puede ser la normalidad!», afirma Agustín Domínguez, secretario provincial de Jucil. «Estas últimas imágenes expresan con claridad cuál es la situación. Los petaqueros actúan con una total y contumaz indiferencia ante decenas de menores que participaban en una actividad deportiva. Ni los ciudadanos, y mucho menos los niños, deben ser sometidos a esta anormalidad en la que el tráfico de drogas se convierte en algo habitual, corriente, en las costas andaluzas. Hasta los turistas podrán llevarse, perdonen el sarcasmo, unas imágenes para enseñar a los suyos de los narcos mientras entran droga con absoluta impunidad en Europa».
Desde JUCIL se denuncia hace años la falta de guardias civiles que puedan mejorar la seguridad de todos los ciudadanos, «especialmente en las costas andaluzas minadas por las mafias del narcotráfico».
«La carencia de personal y de los medios insuficientes les dan un poder cada día mayor en Andalucía, sin que el Ministerio del Interior atienda las constantes peticiones de JUCIL para dar mayor seguridad a los ciudadanos frente a la amenaza del creciente poder de las mafias», insisten.
Del mismo modo, recientemente, también se alertaba de la «ineficacia» en la nueva organización de turnos en el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz, que se ven obligados a estar en puntos fijos a millas de distancia o con turnos de doce horas que les mantienen en idas y venidas a base continuas y sin poder cubrir toda la costa y a tiempo, según se denuncia.