Narcotráfico | Cádiz
Cambio de tripulación y suministro de petacas a una narcolancha en directo, de nuevo en la costa de Cádiz
Narcotráfico
Una organización se abastece de gasolina y también turna a los ocupantes de la 'goma' a plena luz del día y a vista de todos, a metros de la orilla de Bajo de Guía
Los agentes sorprenden a dos individuos llenando 35 garrafas de gasolina para abastecer a las narcolanchas
Marlaska cree que el fallecido patrullando una narcolancha en Barbate demuestra que «no hay impunidad»
«Lo que queda claro es que la impunidad no existe en el Campo de Gibraltar y en toda la costa, y prueba de ello es la actividad que desarrolla tanto Policía Nacional como Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, de manera terminante y permanente contra el crimen organizado». «No hay impunidad, España es un ejemplo a nivel de Europa». El ministro Marlaska hacía estas declaraciones este pasado sábado al ser preguntado por los periodistas sobre el fallecimiento de un presunto traficante marroquí en una persecución frente a los Caños. Pero no era éste el único suceso que había ocurrido relacionado con estos delincuentes, ya que, de nuevo, y tan solo unas horas antes, otra de estas 'collas' se dejaba ver por el litoral gaditano. Se dejaba ver de cerca. A unos metros de la orilla de Bajo de Guía (Sanlúcar).
Así lo demuestran estas imágenes que fueron tomadas el viernes en torno a las ocho de la tarde en este citado punto. A esta entrada de la desembocadura del río Guadalquivir se acercan día y noche multitud de estas semirrígidas para ser abastecidas. Algunas de ellas se esconden en el mismo estuario y otras salen y entran al mar según tengan planificadas las cargas y descargas del hachís que llevan. Por lo que están ahí.
En estas imágenes lo que se ve claro es para qué están cada una de estas embarcaciones. Una de ellas, la lanchita más pequeña, funciona de petaquera. La que les acerca las garrafas de gasolina y suministros (comida y bebida) y por cuyo 'teleservicio' les pagan. En ella viajan tres personas. La otra, la grande, es una trimotora con antena y está ocupada por seis tripulantes. Todos ellos de oscuro, tapados y algunos con cascos de protección.
Además, y según se puede ver en otras imágenes llegadas a este periódico, momentos antes han hecho un cambio de tripulación.
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones estas lanchas pasan días, incluso semanas, o meses, en el agua y, por tanto, a menudo son cambiados en turnos para continuar en esta actividad, que, como se vuelve a demostrar, es constante y no para. A vista de todos.