Cádiz
El texto escondido en la maqueta de Cádiz que pocos conocen
En una de las piezas, en el módulo 245, se puede leer la siguiente leyenda: «Ya está la maqueta compuesta, ya podemos caminar. Un burro que nos faltaba, leyendo el letrero está»
Vídeo: El espectacular hallazgo en la Maqueta de Cádiz durante sus obras de restauración
Balbo, presunto inocente
Cádiz es cuna de la libertad, del humor y la ironía. Más allá del Carnaval y sus coplas, el genio de los gaditanos ha brillado desde antaño y como muestra el ejemplo de un texto que apareció durante la restauración de la maqueta de Cádiz que data de 1779.
Debajo de uno de sus edificios, en el módulo 245, aparece un texto de cuatro trabajadores que se encargaron en 1878 de recomponer dicha maqueta cuando el bajorrelieve pertenecía a la colección del Museo de Ingenieros que estaba en el Palacio de Buenavista.
«Se recompuso este edificio por los operarios Ángel San Martín; otro, Cipriano López; otro más, Manuel Gómez y Romualdo Rodríguez en el año 1878, 15 de nobiembre. Ya está la maqueta compuesta, ya podemos caminar. Un burro que nos faltaba, leyendo el letrero está«.
Y junto a este texto, en el margen y escrito en oblicuo se puede seguir leyendo: «Es copia exacta escrita con lápiz de tinta morada en el fondo de esta maqueta».
Para los interesados, el módulo 245 está presente en la exposición de la maqueta que puede visitarse en Cádiz hasta el 10 de mayo (pues se ha ampliado el plazo debido al éxito de la muestra).
Desde el pasado 19 de marzo, fecha en la que se inauguró la primera de las exposiciones dedicada a los espacios relacionados con la Constitución de 1812, ha habido un total de 5.921 visitas. Se trata de una cifra muy superior a la registrada el pasado año 2023 por estas fechas, con 3.214 visitantes en el mismo periodo.
En la restauración de la maqueta de Cádiz(1779), debajo de uno de sus edificios aparece un texto inédito de 4 operarios que se encargaron en 1878 de componer dicha maqueta. Ya demostraron en el Cádiz de aquella época lo que gustaba un cachondeo…#cadiz #martes pic.twitter.com/Rc38TzX1gG
— carnabati (@Baticarnaval) May 7, 2024
El descubrimiento de la capilla
Hace unos meses, cuando se realizaban trabajos de restauración de la maqueta, el equipo de Pedro Macías descubrió una pieza nueva en el módulo siete que corresponde al castillo de Santa Catalina, el que se ubica próximo a La Caleta.
Según relata el restaurador, «levanté la tapa y apareció. La tapa estaba encolada con cola de la época todavía y me hizo sospechar que eso llevaba tiempo condenado sin que nadie supiera que eso estaba ahí«. El retablo de la capilla, que es exactamente igual que la que se conserva hoy en el Castillo, es una reproducción a escala con imágenes talladas en marfil.
Otras inscripciones curiosas
Una de las inscripciones más polémicas y antiguas de Cádiz fue la encontrada en una piedra del teatro romano de Cádiz también conocido como Teatro de Balbo (Theatrum Balbi en latín) porque fue mandado edificar por Lucio Cornelio Balbo el Menor en el siglo I a.C.
El teatro gaditano está considerado como el teatro más antiguo y el segundo más grande de la península, después del de Córdoba. Fue descubierto en octubre de 1980 y fue calificado como «un hallazgo excepcional».
El teatro de Cádiz es el primero que se construye en Hispania y a su alrededor gira toda la historia de la ciudad.
Inicialmente se aceptó que la leyenda grabada en el mármol significaba «Balbo, ladrón» pero estudios posteriores descargan de tal acusación al que llegó a ser procónsul de África.
La piedra mide 80 centímetros y 15 centímetros de alto. La inscripción se hizo con puntero y mazo, y no con cincel por lo que se deduce que no se trata de una inscripción hecha en un taller, sino más bien un grafito ocasional realizado por un artesano con acceso a las obras de realización del Teatro.
El grabado constaba de tres palabras. La primera es latro, que significa ladrón. A continuación, parece ser que el artesano comenzó a grabar un monograma, pero no convencido del resultado, lo borró con varios golpes de mazo. Finalmente escribió con letras grandes y profundas el testimonio definitivo, un monograma compuesto por las letras BE cruzadas por una raya horizontal a modo de A y también de L. En ellas se esconde el protagonista a quien se dirige la maldición o insulto: Balbe, vocativo de Balbus. El resultado es pues: «Latro, Balbe».
Ahora, las hipótesis son otras y aunque «latro» se lee claramente podría tener otros sentidos. Además, las mayores dudas se centran en la interpretación de BE como Balbe.
Existen muchas posibilidades para el sentido del grafito y la interpretación que acusaba al procónsul de ladrón no fue más que una primera hipótesis.