Aparecen medio centenar de petacas de gasolina de los narcos tiradas en la playa en Cádiz

El 'petaqueo' sigue dejando su rastro por todo el litoral de Cádiz. A primeras horas de este pasado sábado aparecían varias garrafas vacías en el trayecto de la playa que va desde Cortadura a Victoria. Más tarde se encontraban otras 37 que sí contenían combustible. De veinte litros cada una. Las petacas fueron retiradas y trasladadas al depósito de la playa. Los agentes necesitaron de la ayuda del turno ordinario para poder llevárselas con toda seguridad.

Así lo ha informado la Policía Local este lunes. Hay que recordar que aunque en este caso no se ha identificado ni localizado a nadie haciendo el pase o dejando las garrafas en la playa, todo parece indicar que éstas fueron abandonadas por alguna de las collas que se dedican a transportar y surtir a las narcolanchas que se encuentran en alta mar.

La incautación de estas petacas es un repetido y constante episodio que se da ya semanalmente por todo el litoral gaditano, siendo los 'puntos negros' zonas de costa como Sancti Petri, Sanlúcar o Barbate. Sin ir más lejos, esta pasada semana se protagonizaba otra intervención.

En el puerto de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda, el servicio de Aduanas con el apoyo de la Guardia Civil localizaba en un arrastrero más de 9.000 litros de gasolina que estaban siendo trasladadas también en 368 garrafas, con las que se podrían haber surtido hasta cuatro narcolanchas.

Y la semana anterior se podía ver en imágenes como en el caño de Sancti Petri y a plena luz del día otras lanchas cargaban a una semirrígida que llegaba hasta ellos. En la escena, que se daba con absoluto descaro, participaban varias personas encapuchadas. Al lado, unos niños jugaban haciendo una actividad deportiva.

Desde la Fiscalía y las fuerzas policiales se ha pedido de manera insistente que se endurezca la norma penal contra estos grupos organizados que cobran del narco por llevarles la gasolina por encargo ya que se considera que, tras el decreto que prohíbe las semirrígidas, se han convertido en una pieza más de la estructura de este tipo de tráfico de drogas.