El primer «gran acuerdo» con la Armada de Venezuela abre a Navantia las puertas de Suramérica
La empresa y el Gobierno suramericano sellaron ayer en la Bahía el inicio de los ocho buques de vigilancia, uno de ellos en el astillero caribeño de Dianca Una veintena de venezolanos conocerá la técnica de las factorías gaditanas para aplicarla después a sus barcos
Actualizado:Con la especial emotividad con que los suramericanos acostumbran envolver sus discursos, el comandante general de la República Bolivariana de Venezuela, el almirante Armando Laguna, parafraseó al mítico Humphrey Bogart para anunciar que el contrato de fabricación de ocho patrulleras en los astilleros de la Bahía es el principio de una larga amistad con el Gobierno español y con Navantia.
El responsable caribeño destacó la relevancia del convenio suscrito entre ambos países y del encargo a Navantia porque «más que comercial, es de amistad, donde ambos creceremos en lo profesional y lo personal».
Esta vinculación se fundamenta en que además de la construcción de estos buques, que tienen un coste de más 1.100 millones de euros, el acuerdo contempla la transferencia de conocimientos tecnológicos navales «de última generación» entre Navantia y Venezuela que permitirán al Gobierno de Hugo Chávez aprender a fabricar sus propios barcos, tanto de Defensa como de la marina mercante para la industria pesquera nacional. Por ello, Armando Laguna aseguró que «estos son los seis primeros años de un proyecto perdurable que probablemente se extenderá».
Ademas, según avanzaron fuentes cercanas a la negociación, el acuerdo abre las puertas de Navantia a Suramérica, apoyado en las relaciones exteriores marcadas por España, que le puede generar nuevos encargos.
Desde Navantia, su presidente, Juan Pedro Gómez Jaén, aseveró que los contratos son «los más importantes de la historia» de la compañía y pidió por ello a los trabajadores que «realicen los máximos esfuerzos» para garantizar el desarrollo de los trabajos y cumplir con las fechas del encargo». Además, Gómez Jaén quiso «agradecer la confianza» depositada por el Gobierno sudamericano y aseguró que los buques son «magníficos».
600 empleos hasta 2011
Cuatro de los barcos tendrán como destino la vigilancia de la zona económica venezolana, que tiene una superficie de 750.000 kilómetros cuadrados, y su finalidad será «la lucha contra «el narcotráfico, el contrabando y el terrorismo». Las otra cuatro unidades, de menor tamaño y dotación, serán para proteger la zona pesquera y la actividad marítima. El encargo, que se abordará en los astilleros de San Fernando y Puerto Real generará 4,5 millones de horas de trabajo (600 empleos), de las que 1,6 millones (un tercio) serán para la industria auxiliar, según anunció la compañía Navantia. Además, según confirmaron fuentes de la compañía, los barcos llevan incorporados mecanismos de defensa, aunque, «en principio», su carácter no es ofensivo, sino «sólo defensivo».
El plazo de entrega finaliza a finales de 2011 y la peculiaridad es que uno de los barcos (el cuarto de la primera serie) se hará en el astillero nacional venezolano de Dianca (Puerto Cabello).
Esto será posible en virtud de dicho pacto de transferencia de conocimientos y gracias a que una veintena de trabajadores caribeños será testigo de las obras en Puerto Real y San Fernando. «Unas 24 familias permanecerán aquí y no creo que quieran irse después de pasar unos años aquí», según indicó el comandante general de la República Bolivariana de Venezuela, que agradeció en repetidas veces la hospitalidad y destacó la gentileza «del ciudadano español que lleva a entender que venimos de las mismas raíces, de la misma tierra y nos vamos a entender muy bien».
Respecto al conflicto surgido con Estados Unidos por los objetivos «bélicos» de estas embarcaciones, el almirante Laguna reiteró que la finalidad de esta dotación es «garantizar el cumplimiento de la ley». «Aunque somos hombres de guerra, de uniforme, buscamos la paz y debemos organizar la sociedad para que nuestras generaciones futuras crezcan en en paz y armonía, es algo que decimos de voz pero sentimos también de corazón», concluyó emotivo el comandante general, que mandó las congratulaciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, por el cierre del acuerdo y mandó en su nombre «un abrazo bolivariano de este hombre soldado».
Desenlace de los aviones
En cuanto a los doce aviones encargados a EADS-CASA, Armando Laguna explicó que los 58 componentes a los que Estados Unidos no concedió licencia de exportación «se encuentran en el mercado europeo y son de fácil sustitución». De ellos se ha encontrado recambio para 57, por lo que «sólo falta la pieza del cuadrante del avión que debe ser certificada» para poder resolver el «problema en unos pocos días» y reelaborar el cronograma, ya que la primera unidad estaba prevista para junio».