Barroco. El majestuoso Misterio de la Cena a su salida de la plaza de San Marcos hacia Rafael Rivero. / J. Ríos
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Los jerezanos aplauden un año más una gran puesta en escena cofrade

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La metereología volvió a ser la preocupación de las Cofradías que tomaron las calles en la jornada de ayer Lunes Santo.

El día no amaneció nada halagüeño y sembró duda entre los nazarenos jerezanos. Pero a las 18.15 cuando se abrieron las puertas de la Parroquia de San Marcos lo que era desconcierto se convirtió en realidad; el sol lucía y la Hermandad de La Cena inauguró las estaciones penitenciales del Lunes Santo, el «día de los contrates» como lo ha definido nuestro compañero Ángel Rodríguez en las páginas de este Especial Semana Santa de LA VOZ.

Era ayer la jornada de las hermandades sacramentales. Y desde San Marcos, con un pequeño susto al sufrir una persona un desvanecimiento, el Misterio de la Sagrada Cena, que comandaba Martín Gómez Moreno, comenzó su estación de penitencia como lo viene haciendo habitualmente, con señorío, paso firme y sinuoso, y con buen gusto.

El paso salió directamente desde la iglesia y con cuatro marchas consecutivas se plantó en los centros de la Plaza de San Marcos, mostrando nuevamente su magisterio a la hora de saber trabajar las marchas.

El paso de Misterio de esta Hermandad Sacramental es una de las joyas de la Semana Mayor jerezana. Se compró a la trianera Cofradía del Cachorro. Es obra de Castillo Lastrucci siguiendo el dibujo de Juan Pérez Calvo.

Mientras, el paso de Palio de la Paz y Concordia es de Esperanza Elena Caro y el techo se inspira en trazados mudéjares muy característicos. Es el único Palio jerezano cuyas caídas son de orfebrería, las cuales han sido restauradas para esta Semana Santa de 2006.

Al martillo de la Paz y Concordia se encontraba Ramón Estrade.

La Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas acompañaba al Señor y Julián Cerdán al Palio.

Con el denso humo de los incensiarios envolviendo el paso barroco de la Cena, Martín y sus hombres tomaron el camino hacia la Carrera Oficial.

Tanto los costaleros de la Cena como de la Paz y Concordia realizaron la primera levantá de manos de Felipe Ortuno, pregonero de la Semana Mayor, el cual tuvo palabras de aliento para quienes llevan en sus hombros a ambos titulares.

A los acordes de Esperanza Macarena, la Paz y Concordia abandonaba la Plaza de San Marcos dirigiéndose al palquillo de la calle Sevilla, tomando la calle San Juan de Dios, justo donde el año pasado tuvieron que volverse a su parroquia debido a la lluvia.

Como siempre esta Cofradía congregó a muchísimo público, tanto en la salida como en la Plaza Rafael Rivero, donde el paso de Misterio enmarcado en el Palacio de Domecq de la Riva, se ha convertido en una de las estampas más típicas de nuestra Semana Santa.

Uno de los detalles cofradieros de esta corporación es que los maniqueteros de ambos pasos lucen túnicas completamente blancas, como en los orígenes de la Cofradía.

Los pasos de la Sagrada Cena y de Nuestra Señora de la Paz y Concordia volvieron a dejar huella como cada año en la apertura de este Lunes Santo.