Estados Unidos lanzó ayer su mayor ataque aéreo en Irak desde la invasión, hace tres años, dentro de la llamada Operación Enjambre, efectuada en cooperación con tropas iraquíes. El Pentágono informó de que la ofensiva tiene como misión la destrucción de los enclaves insurgentes localizados cerca de Samarra, localidad situada a 125 kilómetros al norte de Bagdad. En el ataque participan más de 1.500 soldados, la mitad de los cuales son iraquíes, así como 50 aviones y otros 200 vehículos militares. La operación «estaba ya prevista» y durará varios días.