La consigna de Víctor Espárrago en la charla que abre los entrenamientos de cada semana ha sido clara. El próximo encuentro ante el Alavés hay que tomárselo como si de una auténtica guerra se tratara en donde la vida deportiva del Cádiz está en juego. Las declaraciones con las que el martes abría la previa del partido eran bien claras y dirigidas, sin duda, a estimular a un equipo hundido tras caer en el descuento ante un rival, el Athletic, al que «le acababan de dar vida», como ya dijo Benjamín. «Debemos hacer del Carranza un fortín hasta el final de Liga donde todos los rivales que vengan tengan que sucumbir», manifestó Espárrago el pasado martes dando inicio a las declaraciones con tintes bélicos.