Llegar al circuito de Sakhir, situado a 30km de Manama, capital de Bahrein , era como estar en una etapa del Dakar, ya que a las 8 de la mañana había sobre la isla una tormenta de arena de considerables dimensiones. La autopista que lleva al circuito desapareció en algunos momentos, y provocó más de un susto entre los pocos automovilistas que rodaban por los cuatro carriles que prácticamente terminan en Sakhir. Este viento llenó la pista de arena y eso perjudicó mucho a los pilotos, que se encontraron con unas condiciones de arena en suspensión y viento que no habían vivido en todo el fin de semana.