Los defensores de la teoría de la conspiración en la muerte de Lady Diana -el accidente habría sido provocado por los servicios secretos para impedir el descontrol de la princesa de Gales y su posible boda con el egipcio Dodi Al Fayed- aplaudirán el nuevo hallazgo realizado por Scotland Yard. Según la investigación reabierta por el anterior jefe de este cuerpo, John Stevens, el conductor del coche accidentado trabajaba para los servicios secretos franceses. Así lo asegura, al menos, la prensa británica en algunas informaciones publicadas estos días.