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El sector tabaquero de la provincia afronta la mayor devaluación «de la historia»

Altadis contraatacó ayer con una bajada de los precios para frenar la caída tras las rebajas de Philip Morris Los estanqueros critican esta táctica «especulativa» para boicotear la nueva legislación antitabaco

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El sector tabaquero, uno de los más regulados del mercado español, vivió ayer un nuevo episodio de convulsión en medio del clima de inestabilidad que atraviesa en las últimas dos semanas. La fabricante hispano-francesa Altadis reaccionó ayer con una bajada de los precios de sus principales marcas de cigarrillos entre 50 y 65 céntimos (un 26%). Esta rebaja constata el momento de tensión que afronta el negocio tabaquero porque llega en respuesta al abaratamiento adoptado la semana pasada por el gigante norteamericano Philip Morris (Marlboro, Chesterfield y L&M).

Esta medida sorpresiva provocó que los precios de estas últimas marcas estuvieran por debajo de clásicos nacionales como el Ducados o Fortuna, que aumentaron sólo un día antes en consonancia con la subida de los impuestos acordada por el Gobierno como parte de la batería de medidas legislativas y fiscales para desincentivar el consumo de tabaco.

Así, tras la rebaja de Altadis, las cajetillas de Fortuna y Nobel bajarán 65 céntimos y pasarán a costar 1,85 euros, mientras que Ducados baja 50 céntimos y se queda en dos euros.

A la espera de más

La Asociación de Estanqueros de Cádiz, que prevé celebrar la próxima semana una asamblea de los 300 empresarios asociados de la provincia (en total hay 350 negocios), valoró de forma negativa este nuevo recorte de precios porque, al igual que con Philip Morris, supone pérdidas para el sector porque están obligados a vender el tabaco a un precio inferior a su coste de compra a Logista, el distribuidor en España.

En relación a este perjuicio, Altadis afirmó en su comunicado que «lamenta el impacto negativo que esta medida tendrá en la red de venta minorista», pero reitera «la imposibilidad de operar de una forma diferente en estas circunstancias de mercado».

Sin embargo, los estanqueros auguran que a estas bajadas seguirán en los próximos días las de otros importantes grupos, como British American Tobacco (BAT) -propietaria de Lucky Strike- o Reynolds -Camel y Winston-. Con esta previsión, la patronal gaditana sostiene que es la mayor devaluación «de la historia» desde los inicios de esta actividad, ya que aunque previamente se han dado rebajas, éstas han sido más moderadas y generalmente han estado acompañadas de compensaciones en especie por parte de las tabaqueras.

Ésta es, precisamente, la razón principal de la demanda que la Unión de Asociación de Estanqueros de España, ya que consideran que este daño económico es «ilícito» y por ello exigirán ante los tribunales «las responsabilidades que las compañías de tabaco pudieran tener en unas prácticas que nos obligan a incumplir la legislación vigente en materia de comercio», según aseguró su presidente, Manuel Fernández Vicario.

En la provincia, los portavoces del gremio lamentaron que «España es el hazmerreír» de Europa porque en otros países de la Unión las tabaqueras responden a la subida de impuestos con encarecimientos y no con bajadas. Sin embargo, la asociación no prevé realizar ninguna acción de protesta especial o unilateral al margen de las que se adopten a nivel nacional, aunque su vicepresidente, José Bermúdez, matizó que esta «a menos que la asamblea acuerde algo diferente».

El movimiento de Altadis llegó a tener también eco en el estamento político. La consejera de Salud, María Jesús Montero, calificó de «reacciones a la desesperada» la estrategia de la empresa Altadis, que, además, desató el recelo de los estanqueros franceses y provocó que también se sumaran a las protestas por el temor a un efecto reflejo.