Recomendaciones para volver a conducir tras dos meses sin coger el coche

Debemos tomar ciertas precauciones antes de arrancar como asegurarse del buen funcionamiento de la batería, frenos, y neumáticos, así como de la visibilidad

S. M.

Neumáticos, batería, electrónica, pintura... muchas cosas merecen cuidado y atención cuando no utilizas tu coche durante varias semanas , sin hablar de los efectos que la falta de costumbre puede provocar en conductores menos experimentados , como los que se han sacado el carné de conducir recientemente.

Por ello, es conveniente conducir una vez a la semana, aunque en la situación en la que nos encontramos no siempre es posible, por ello es aconsejable seguir una serie de indicaciones para evitar los efectos más negativos que la falta de conducción puede tener tanto en la mecánica del coche como en la actitud de su conductor.

Skoda nos ofrece seis consejos esenciales a tener en cuenta cuando acabe el confinamiento y los conductores vuelvan a ponerse al volante:

1. Lo primero, la seguridad:

Un mantenimiento adecuado empieza con la batería. Los coches modernos extraen constantemente pequeñas cantidades de corriente de la batería para mantener en funcionamiento ciertos sistemas, como la alarma o el cierre central. Si un coche va a estar parado durante un tiempo, como por ejemplo tres meses, vale la pena comprobar regularmente la capacidad de la batería, para evitar que se vacíe del todo y sufra daños evitables.

Es más, si el vehículo permanece aparcado durante mucho tiempo, es posible que se produzcan daños en los neumáticos. En la medida de lo posible, si prevemos que no podremos conducir el vehículo durante mucho tiempo, es aconsejable hinchar los neumáticos al máximo. Si ya es tarde para hacer algo al respecto, hay que tenerlo en cuenta, comprobar la presión y conducir con cuidado al principio. Si el coche todavía tiene los neumáticos de invierno equipados, es mejor llamar al taller y cambiarlos por neumáticos de verano. Además, tras un largo período sin funcionar, es muy posible que los discos de frenos estén un poco oxidados, por lo que durante la primera salida hay que frenar con cuidado y de forma constante para quitar la corrosión.

Antes de volver a la carretera, lo primero de todo es asegurarse de que se tiene una buena visibilidad. Se recomienda echar agua por encima del cristal y dejar que remoje durante un tiempo antes de limpiarlo con un limpiacristales. En este caso, usar el limpiaparabrisas no es recomendable: en función del tiempo que haya pasado, podría formarse una pasta áspera que podría arañar la superficie. Las tiras de caucho del limpiaparabrisas deberían limpiarse por separado.

2. Mantener buenos estándares de higiene a bordo :

Incluso después de que se levanten las restricciones provocadas por el coronavirus, la limpieza exhaustiva es una de las cosas que no van a desaparecer. Si queremos mantener en nuestro coche un ambiente lo más estéril posible, es recomendable guardar un par de guantes adecuados en el coche y solo utilizarlos para conducir. Además, hay que tener especial cuidado cuando manipulamos los asientos infantiles. Los niños pequeños tocan todo cuanto les rodea y no dejarán de ponerse las manos en la boca, por lo que es importante tener las manos o los guantes limpios. En estos casos, es aconsejable tener siempre una botella de gel desinfectante en el coche.

3. Prepararse para volver a conducir :

Dicen que uno nunca se olvida de cómo ir en bicicleta y, en muchos aspectos, con la conducción funciona igual. Los conductores más experimentados no deberían tener problemas cuando vuelvan a ponerse al volante - para estos, cambiar la marcha, soltar el embrague o encontrar el pedal de freno se han convertido en automatismos que difícilmente desaparecerán. Pero ciertas personas pueden sentirse un poco incómodas cuando tienen que volver a conducir tras un largo período de inactividad. En estos casos, es mejor no intentar nada complicado y limitarse a pequeños trayectos en carreteras menos concurridas para acostumbrarse de nuevo. Para quien tenga tendencia a la ansiedad, lo ideal es hacer un curso de repaso en una autoescuela. Aunque ciertos automatismos pueden verse afectados si no se utilizan, volver a sentir la conducción como algo natural no requiere mucho tiempo.

4. Actuar con prudencia, tanto al volante como a pie :

La situación excepcional que se vive en muchos sitios hace que nuestras costumbres sufran cambios sin que nos demos cuenta. Por ello, los conductores y los peatones deberían tomar precauciones adicionales. El tráfico reducido de los últimos días podría transmitir a mucha gente una falsa sensación de seguridad. Como peatones, debemos estar más concentrados y, como conductores, debemos ir con cuidado con los peatones - algunas personas han empezado a caminar por las calles como si fueran zonas peatonales porque los coches prácticamente han desaparecido durante el confinamiento.

5. Ser disciplinados y considerados con los demás usuarios :

Tristemente, el tráfico reducido en las carreteras empuja a muchos conductores a romper las normas, especialmente los límites de velocidad, algo que siempre debimos y deberemos respetar. Debemos asegurarnos de que todo el mundo lleva el cinturón de seguridad, que los reposacabezas están en la posición adecuada, que los niños están en sus asientos infantiles y que no hay objetos potencialmente peligrosos sueltos. Hay que ir con cuidado durante las incorporaciones a la vía. De igual forma, si circulamos por una vía principal, no hay nada malo en reducir un poco la velocidad cuando nos acercamos a una entrada. Si alguien decide llevar a cabo un adelantamiento peligroso, lo mejor es quitarse de en medio.

Finalmente, las carreteras vacías son el sueño de cualquier motociclista. Es aconsejable mirar antes de incorporarse a una carretera principal, cuando gires a la izquierda o cuando adelantes, y mira tanto delante como detrás de ti. Registramos automáticamente los coches, pero no estamos tan acostumbrados a las motos.

6. E star preparado para las eventualidades :

La reducción del tráfico conlleva una reducción del ruido que ahuyenta a los animales. Por lo tanto, hay una mayor probabilidad de encontrarnos con uno en la carretera. El único método de prevención es reducir la velocidad y prepararse mentalmente para esta posibilidad. Y si te encuentras con uno, tienes que frenar en seco, idealmente sin giros bruscos.

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