El Covid-19 ataca con más fuerza a los motores diésel

Si debido a las medidas para atajar la pandemia vamos a usar poco el coche o hacer recorridos cortos conviene tener en cuenta algunas recomendaciones

S. M.

El coronavirus y la propagación del Covid-19 nos ha obligado a seguir unas pautas que limitan nuestra movilidad. Un alto porcentaje de vehículos se ha quedado parado durante ya más de un mes, y quienes tiene la necesidad inevitable de utilizar su vehículo particular para desplazarse al trabajo, por tratarse del colectivo incluido en las excepciones del decreto de alarma, lo hacen en recorridos cortos.

Este tipo de utilización puede provocar algún tipo de problema mecánico, especialmente en los vehículos diésel. Según Mar Calderón, directora de Infotaller «además de los posibles problemas con componentes como baterías y neumáticos, en el caso de los vehículos con motores diésel la paralización como consecuencia del coronavirus puede traer consigo fallos en el DPF (filtro de partículas diésel)». Este dispositivo, conectado al sistema de escape, elimina las partículas de hollín de los gases de escape de un motor diésel. El DPF se obstruye si no se limpia correctamente y esto ocurre cuando el coche circula poco o en trayectos cortos, precisamente los que se producen en estos días de confinamiento.

Para evitarlo Mar Calderón aconseja conducir en la medida de lo posible a altas revoluciones, lo que permite elevar la temperatura del motor y quemar más partículas. No obstante «como ahora solo hacemos viajes cortos, esta operación debe realizarse más bien cuando nos acerquemos al destino, ya que hacerlo en frío puede ocasionar otras averías en el motor».

Los fallos de DPF pueden provocar que se encienda un testigo en el vehículo. Si el problema es leve, poniendo el coche a altas revoluciones podemos solucionarlo . Si es grave, será necesario llevarlo al taller para realizar una regeneración forzada en una máquina específica para ello.

Sin embargo, lo que es menos probable es que se produzca una avería debido a una posible degradación del gasolil en el depósito del coche. Según los expertos en combustibles consultados por ABC, la composición química del gasóleo está constituida por hidrocarburos y un paquete de aditivos que le otorgan unas prestaciones determinadas. Toda materia hidrocarbonada tiende a oxidarse en presencia de oxígeno (reacciones de oxidación) pero estas reacciones «poseen una cinética muy lenta a bajas temperaturas y bajas presiones», es decir, que reaccionan muy lentamente. Por lo que, tener el combustible en el tanque de un vehículo parado durante 2-3 meses no va a degradar de forma notoria el combustible.

Esta ligera oxidación que pueda sufrir el combustible será menor cuanto más lleno esté el tanque de combustible ya que el aire remanente en el interior será menor, por lo que en cualquier caso se recomienda no dejar el coche parado mucho tiempo con el tanque en reserva .

Además de los posibles problemas por el combustible, los diésel equipados con DPF (FAP o filtro antipartículas) son especialmente sensibles al tipo de aceite usado. Si no utilizamos el lubricante con las especificaciones marcadas por el fabricante, lo más seguro es que acabemos estropeando la mecánica. El motivo es que en estos motores el aceite debe mantener sus propiedades pese a contener un elevado nivel de cenizas y de combustible diluido en él. Una avería en el filtro antipartículas supone de 1.000 a 5.000 euros .

Otros consejos de mantenimiento

También hay que prestar atención a la válvula ERG (Exhaust Gas Recirculation). Es un sistema de recirculación de los gases del escape de los vehículos, que controla y registra el nivel de óxido de nitrógeno (NOx). Se encuentra ubicada entre el colector de admisión y el escape. Al estar expuesta a elevadas temperaturas, la acumulación de la carbonilla y el hollín que generan los gases al quemarse, es una de las principales causas de avería de la válvula ERG. Los síntomas más habituales para detectar el mal funcionamiento de la válvula EGR son una disfunción en el arranque, tirones, alto consumo de combustible, ahogamiento del motor, exceso de humos y falta de potencia. Cambiar la válvula EGR es una de las reparaciones más costosas del vehículo, y su precio oscila entre los 300 euros las más baratas y los 1.200 euros que pueden llegar a costar las más caras.

Para saber más: Qué es la válvula EGR y por qué se estropea [PINCHA AQUÍ]

Además de esta precaución con el combustible, en Hyundai han creado una sección específica en su web en la que se podrá acceder a útiles consejos para el mantenimiento de los vehículos que están parados estos días. Entre ellos destacan:

1. Limpieza e higienización: Ofrece consejos sobre cómo mantener limpios e higienizados los vehículos. Sobre el cuidado exterior, interior, tejidos y otras superficies así como para la limpieza especifica de los asientos de cuero.

2. Baterías: En estos días de confinamiento, es muy posible que la batería de los coches se descargue debido a la falta de uso. Para evitarlo, Hyundai ofrece en esta sección una serie consejos muy útiles.

3. Neumáticos: Si durante la pandemia no se utiliza el vehículo (en los desplazamientos autorizados) los neumáticos podrían dañarse si está parado durante mucho tiempo. Por ello, Hyundai recomienda moverlo medio metro hacia delante o detrás donde esté aparcado, al menos una vez al mes. Así se evita que las ruedas se marquen y puedan producir vibraciones al volverlo a utilizar.

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