El Gran Premio de República Checa decidirá en Moto2 si Pol Espargaró va a poder seguir la estela de Scott Redding, el líder indiscutible en esta categoría desde que arrancara el Mundial. En Brno el piloto de Tuenti HP40 tiene una nueva oportunidad para demostrar a los que han confiado en él para debutar la próxima temporada en MotoGP que no están equivocados. Indianápolis era el lugar indicado, pero bien por la falta de preparación o por el ansía propio de los campeones, la realidad es que su cuarto puesto estuvo muy lejos de lo esperado. Su mala actuación, sin embargo, propició la victoria sorprendente de Tito Rabat, que aspira en territorio checo a su tercera victoria, lo que le acercaría a asentarse en el tercer puesto y aspirar al máximo en el tramo final.
Si en la categoría media los españoles se enfrentan al poderío británico de Redding, en Moto2 el monopolio está representado bajo la bandera rojigualda. Dos catalanes y un mallorquín siguen copando casi todos los podios y la clasificación general. En tierra americana Álex Márquez dio la sorpresa con un segundo puesto que hizo más ilusión a su hermano Marc que la victoria que éste logró. La saga de los Márquez parece que dará que hablar en un futuro muy cercano.
Mientras ello ocurre, Luis Salom necesita resarcirse del quinto puesto tras la reapertura del campeonato y evitar que sus perseguidores se le sigan acercando. La lucha por el título está más tensa que nunca. Maverick Viñales, a solo nueve puntos del mallorquín, es el gran favorito para intentar que su KTM se agarre al asfalto centroeuropeo. Es un autódromo que a él le gusta, le crea sensaciones positivas, y nunca oculta su sonrisa cuando le preguntan si cree que ganará. El tercero en discordia es el barcelonés Álex Rins, ganador la semana pasada y el elegido oculto, ya que pocos lo miran de reojo y el resto no le da opciones. Es el enemigo más peligroso y quien más espectáculo promete dar hasta la última línea de meta en Valencia al final del camino.