Moto2 ofreció dos salidas muy diferentes después de que la carrera tuviera que ser parada despué de un espeluznante accidente.
Antes, el arranque de Scott Redding había sido fulgurante, remontando nueve posiciones en apenas tres curvas y lanzado a por la cabeza. Por desgracia para él, apareció una bandera roja motivada por una brutal caída provocada porque la moto de Axel Pons se quedase en el medio de la pista después de que el piloto español perdiera el control tras un contacto.
Cuatro fueron los implicados principales: Iturrioz, Kraisart, Zaidi y Immammudin, por suerte sin daños graves para ninguno de ellos.
La carrera se relanzó a doce vueltas, lejos de las 19 iniciales y con las mismas posiciones del arranque. Redding realizó otro milagro, pero lejos de la primera tentativa. Era séptimo a nueve para el final y sexto a falta de seis vueltas, tras superar a Nakagami. Sin embargo, su ritmo para entonces ya era más lento que la cabeza.
Por delante, el ritmo de Tito Rabat era inapelable, y quién sabe de qué podríamos estar hablando si hubiera arrancado mejor el campeonato. Tras él, encarnizada lucha entre Pol Espargaró y Tomas Luthi, con el primero de ellos mirando de reojo a Redding y a la clasificación general.
La ambición de 'Polyccio' le hizo distanciarse del suizo y cerrar el GP con un doblete de su equipo, que descorchó el cava con más fuerza aún cuando se enteraron de que Zarco había rebasado a Redding en la última vuelta y dejaba en nueve su desventaja en la tabla, con Rabat a 28 puntos a falta de tres carreras.
El Mundial de Moto2, en el alero con 75 puntos en juego y Cheste en el horizonte
