"Marc va muy fuerte con su moto. Pensaba que tenía la 'pole'. Es muy complicado en este momento poder con ELLOS". Las palabras de Jorge Lorenzo nada más terminar la clasificación de MotoGP reflejan el sentir general del paddock. Marc Márquez y Honda son indomables. Por igual, juntos, imposibles. El actual campeón del mundo rebajó en más de medio segundo el récord del circuito, en poder de Casey Stoner, y tampoco fue suficiente para apartar de la primera posición al de Cervera, que saldrá con la 'pole' en Silverstone y buscará su quinta victoria consecutiva.
Por detrás, Crutchlow acabó tercero tras caerse dos veces en la mañana del sábado, mientras que Bradl se coló por delante de un Pedrosa que deberá remontar desde la quinta posición
El duelo en la cabeza fue un mano a mano brutal en el que Márquez va con espada y Lorenzo con escudo. HRC ataca y se muestra superior, mientras que la Yamaha intenta defenderse con el chasis. Lo logra de la mano de un Lorenzo que posiblemente esté pilotando como nunca y al que no le llega para derrotar a un novato. Los gestos después de la clasificación hablaban por sí solos. Marc sonreía y Jorge miraba de reojo y se encogía de hombros mientras le mandaba mensajes evidentes a su equipo. Él apostó por quedarse en Yamaha y ve a las Honda sin ocultar su envidia. Márquez aprovecha los recursos y manda con mano de hierro en la categoría. 26 puntos sobre Pedrosa y 44 sobre Lorenzo, además de la 'pole' en Silverstone son como para estar tranquilo.
En la Q1 Bradley Smith y Colin Edwards fueron quienes se llevaron el gato al agua, por delante de De Puniet y Barberá. Antes, en los últimos libres, Aleix Espargaró sufrió una fea caída, con el cuello torcido y la cabeza contra el suelo a escasos centímetros de la moto. Las contusiones, el mareo y una pequeña fractura en el meñique de la mano izquierda le impidieron salir a la Q2, pero fue un mal menor para un momento impactante. Se espera su presencia en la carrera del domingo.