El español Marc Márquez se convirtió este domingo en el campeón más joven de la historia en la máxima categoría del motociclismo, un hito para este joven prodigio, de 20 años y 266 días, que debería suceder a Valentino Rossi, con quien se le compara a menudo, en el corazón de los aficionados.
En momentos en los que el 'paddock' se pregunta por el futuro de 'Il Dottore', nueve veces campeón mundial, pero en su declive desde hace tres temporadas, este chaval de Cervera (Lérida) parece iniciar una nueva era.
A su 20 años y 266 días, Márquez se ha convertido este domingo en el campeón más joven en la historia de la máxima categoría del motociclismo, un año después de ceñirse la corona de Moto2 y tres temporadas después de su primer título mundial, el de 125 cc (actual Moto3) con apenas 17 años, dos temporadas después de su debut en competición.
Al igual que Rossi, por quien dice sentir "una inmensa admiración", Márquez es un descarado y tiene un sentido del espectáculo que debería hacer felices a los aficionados a este deporte, que buscan pilotos carismáticos en un momento en el que el 'Doctor' parece que ya no puede competir por el título.
Márquez no ha necesitado mucho tiempo para adaptarse a la exigente MotoGP. Desde la primera carrera del año, el piloto de Honda, que en principio fue fichado para apoyar a su compatriota Dani Pedrosa a ganar su primer título, demostró que no tenía complejos para enfrentarse a Jorge Lorenzo, doble campeón mundial, y Valentino Rossi, sus rivales en Yamaha.
Tercero en Doha, en su primera carrera en la categoría, se convirtió dos semanas más tarde en Austin (Estados Unidos) en el ganador más joven de un Gran Premio de la categoría reina del motociclismo mundial, con 20 años y 63 días, superando el récord de precocidad del estadounidense Freddie Spencer.
El año 2013 debía ser "una temporada de aprendizaje", advirtió entonces Márquez , pero las repetitivas caídas y lesiones de los dos grandes aspirantes al título, Lorenzo y Pedrosa, cambiaron el panorama. Márquez cometió muy pocos errores de pilotaje. Es uno de los puntos fuertes de este chico que sólo pesa 59 años. Es un acróbata de excepción sobre una motocicleta. Sólo hacía falta verle en Valencia como movía su máquina de un lado a otro en unas curvas que se toman a entre 160 y 250 km/h.
Al igual que su gran ídolo Rossi, además, Márquez rara vez se cae, lo que explica sus seis victorias esta temporada, 16 podios (de 18 posibles), 11 vueltas rápidas y nueve 'poles'.
"Tiene un talento increíble. Y su cara angelical esconde a un verdadero guerrero. Ha demostrado también que tiene una mentalidad de campeón", dice maravillado Rossi, que a lo largo de su carrera se ha enfrentado a muchos otros pilotos de gran talento.
Si el célebre número 46 continúa arrasando en las gradas de los circuitos, donde predomina el amarillo, la "Marquezmanía" no debería tardar en imponerse. Los años venideros deberían deparar a los espectadores hermosos duelos entre Lorenzo (26 años) y su joven compatriota, figuras de las dos mejores escuderías, Yamaha y Honda. Son dos superdotados, pero si Lorenzo quiere impedir la ascensión meteórica del prodigioso Márquez, deberá emplearse a fondo.