![Bridgestone se enfrenta a las Yamaha](/RC/201305/30/Media/bridgestone--647x350.jpg)
Tras acabar el Gran Premio de Francia, Jorge Lorenzo, con el rostro cariacontecido y sin querer hacer demasiadas declaraciones, acusó de manera más o menos formal a Bridgestone de no darle unos neumáticos mejor adaptados a la capacidad de su Yamaha. Lo dijo en caliente, pero todo su equipo lo apoyó en los días siguientes tras ver que el mismo Valentino Rossi seguía sin estar bien sobre la máquina que le habían dado. Ninguno logró los resultados esperados en Le Mans y buscaron rápidamente un culpable en el fabricante de ruedas oficial del Mundial de MotoGP.
Sin embargo, la marca japonesa contraatacó por medio de su director comercial para el campeonato de motociclismo, Hiroshi Yamada, que afirmó que la culpa del mal rendimiento en Francia se debió a la falta de desarrollo y mejoras en los componentes de Yamaha. Aseguró que uno de sus ingenieros encargados de velar por el buen funcionamiento del caucho examinó las ruedas de Lorenzo una vez terminada la carrera. La conclusión a la que se llegó por parte de los expertos es que no hubo ningún fallo en la composición ni deterioro de los neumáticos, por lo que no se les puede atribuir error alguno a ellos.
Por su parte, Shinju Aoki, otro de los mandamases de la filial nipona, recordó que la elección sobre lluvia de un tipo de compuesto debió adaptarse a las necesidades del pilotaje. Responsabilidad esta que recae en la dirección del equipo. «Los reglajes de la moto son fundamentales. El cambio más pequeño en la configuración puede tener un gran efecto en el rendimiento», matizó. Unas explicaciones que no han bastado para Yamaha. La compañía azul volvió a arremeter contra Bridgestone en la jornada previa al GP de Italia al avisar de que si persistían los problemas de rendimientos en Mugello con las gomas harían una queja formal para cambiar en próximos eventos.