Que el deporte tiene dos caras es una verdad como un templo. En la cara mala tenemos el dopping, muy presente en los últimos años y ahora más que nunca con la Operación Puerto, que ha vuelto a destapar las miserias de un deporte, el ciclismo, demasiado acostumbrado en los últimos años a los escándalos. También en el lado negativo tenemos el caso de la corrupción, una palabra que en Italia se escribe con mayúsculas y que debido a ésto puede ver a equipos con tanto prestigio como la Juventus, Milán, Fiorentina y Lazio descendidos a la Serie C, en el caso de la Vechia Signora y en la Serie B a los otros tres, aunque estos con menos probabilidad que en el caso de los de Turín.