El esperado primer encuentro de Benedicto XVI y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se resolvió ayer en Valencia con unos corteses y medidos 15 minutos, pero a pesar de su brevedad sirvieron para facilitar una significativa distensión en las relaciones entre el Ejecutivo y la Iglesia católica. Una frase del Papa a la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega al saludarla, resumiría el clima de esta toma de contacto: «Colaboremos, ojalá logremos encontrar una solución justa», le dijo el Papa, según la agencia italiana Ansa, aunque no fue confirmada por fuentes oficiales. «Son muchas las cosas que compartimos y se pueden encontrar soluciones», respondió De la Vega, mientras Zapatero mencionaba la importancia del «diálogo», en una escena captada por las cámaras. El telón de fondo es la actual negociación de cuestiones clave como la educación y la financiación de la Iglesia.