-¿Cómo se aficionó?

-La verdad es que fue por una casualidad. De pequeña no jugaba, pero gracias a un amigo de mis padres, que me vio un poco más alta que el resto, decidió convencerme para que practicara el baloncesto.

-Y entonces...

-Pues nada, mi padre me apuntó y hasta ahora. Todavía sigo jugando y dándole al balón.

-¿Cuándo empezó a jugar?

-Tendría trece o catorce años cuando empecé. Y la verdad es que espero seguir unos cuantos años más jugando.

-También es entrenadora del Chajeba...

-Entreno al equipo benjamín en mis ratos libres. Es una tarea muy ociosa y que te aporta muchísimo también como jugadora de baloncesto. Interpretas dos papeles. Por un lado, entiendes la dinámica como jugadora y, por el otro, sabes lo que piensas como entrenadora.

-¿Qué es lo más importante para una entrenadora?

-Sobre todo que los niños lo pasen muy bien en cada entrenamiento y sesión mediante juegos. Tienes que tener en cuenta que son niños de categoría benjamín y a esas edades hay que inculcarles el espíritu deportivo y lo positivo de la convivencia. El nivel competitivo prácticamente no tiene sitio a esta edad.

-Y para una jugadora...

-Creo que la entrega y el compromiso son fundamentales para que salga bien las cosas. Por lo menos, dar todo lo que tengas en la cancha en cada partido que disputes.

-¿Qué es lo que más le gusta de este deporte?

-No tengo una preferencia clara, pero sí que es cierto que me gusta más una buena defensa que el ataque.

-¿Ha practicado algún deporte más?

-He practicado voleibol y gimnasia rítmica durante algún tiempo, aunque al final me decanté por el baloncesto, que es lo que más me ha llenado.

-¿Gimnasia rítmica?

-Pues sí, estuve apuntada de pequeña pero no me gustó mucho. Me gusta practicar deporte sea la disciplina que sea, aunque tengo mis preferencias.

-Un deseo...

-Seguir jugando y entrenando a mis niñas durante mucho tiempo más.