Vendería usted a Jonathan Sesma? Ésa es una de las grandes preguntas que se hace el cadismo por estas fechas. La intención del jugador está clara. Lo ha manifestado públicamente. El caramelo de seguir en Primera, cobrar bastante más dinero y viajar por Europa con el Celta es demasiado apetitoso. Tres millones de euros y un jugador (Tony del Moral) ha sido la última propuesta de los vigueses a Antonio Muñoz, que sigue sin dar su brazo a torcer, en gran parte porque sigue preso de sus palabras -«nadie se irá si es imprescindible», dijo cuanto terminó el sueño de Primera para el Cádiz-. Ahora bien, ¿es Sesma imprescindible? Para la mayoría de las peñas del Cádiz no. En un sondeo realizado por LA VOZ los aficionados consideran que es contraproducente mantener al extremo si no está totalmente comprotedio, estiman que ya ha dado todo lo que tenía que ofrecer y ven en la oferta del Celta una buena opción para aumentar el caudal económico de la entidad amarilla y conseguir así unir varias piezas del puzzle de Oli para Segunda, iguales o de mejores garantías incluso que Jonathan. La postura de aquellos que no están a favor de su venta se fundamenta en el síntoma de debilidad que supone la venta del jugador y en la posibilidad de que siente precedente en la plantilla.