La supervisión de las actividades bancarias acometida por los servicios secretos norteamericanos tras los atentados del 11-S ha reforzado la convicción de la Comisión Europea sobre la necesidad de disponer de una legislación a escala comunitaria para la protección de datos. Ayer, el vicepresidente del Ejecutivo de Bruselas, Franco Frattini, responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, reconoció ante los medios informativos que de estar en vigor la legislación sobre protección de datos personales usados en el marco de la cooperación política y judicial en materia penal, los particulares hubieran estado más protegidos contra abusos. La propuesta, actualmente en discusión en el Consejo, está diseñada para poner en práctica el principio de disponibilidad condicionada de datos personales, y para mejorar el intercambio de informaciones entre Estados miembros.