El Ayuntamiento de Chiclana, y más concretamente su alcalde, José María Román, se han puesto manos a la obra para solucionar de manera definitiva el conflicto laboral que sufren los trabajadores de la limpieza viaria y mantenimiento de jardines con la empresa adjudicataria de ambos servicios, Urbaser.
Según anunció en el día de ayer el propio alcalde, «he comunicado a los trabajadores, CGT, UGT y a la empresa que es necesario reunirse y llegar a un acuerdo tras haber dejado pasar un tiempo de calma», en relación a los momentos tensos vividos en la huelga de Feria y posterior expulsión de tres trabajadores.
Y es que Román está convencido de que «esta vez sí se conseguirá el acuerdo», y por ello «ponemos a disposición de ambas partes el hotel Fuentemar como lugar neutral». Román ha comunicado además que el Ayuntamiento no formará parte de esa reunión, que previsiblemente se celebrará por la tarde, «ya que aunque estamos obligados a intentar cerrar el acuerdo, debemos mantener la distancia».
Asimismo, y en relación a los expedientes de expulsión de tres trabajadores (dos de limpieza viaria y uno de mantenimiento de parques), el secretario provincial de UGT, Pedro Custodio, confirmó «el compromiso del alcalde de que no puede haber despidos por conflictos laborales en ninguna empresa». El sindicalista confía en que «la empresa se siente a negociar de una vez ya que esto dura demasiado».
Custodio mostraba su indignación por la actitud de Urbaser, repitiendo lo dicho en este periódico hace unos días. «Parece que lo único que quieren hacer es machacar al trabajador», destacaba, a la vez que se refería a la última propuesta transmitida por el mismo. «Ayer (por el jueves) presenté una nueva petición en la que los trabajadores rebajan sus pretensiones hasta los 18.589 euros, menos de 400 respecto a lo que ofrece la empresa».
Esta propuesta ha sido tajante y, según ha resaltado Sergio Flores, delegado de Vertresa (subcontrata de Urbaser, encargada de la limpieza viaria) en Chiclana, «el martes retomaremos las negociaciones, donde escucharemos y valoraremos los planteamientos de la parte social». Flores también se refería al compromiso de Román con los trabajadores despedidos e indicaba que todo es objeto de negociación, «aunque los plazos legales sigan su curso», sentenciaba el delegado.