La guerrilla talibán asesinó a 32 personas en dos emboscadas llevadas a cabo el domingo en el distrito de Sangin, de la provincia Helmand, al sur de Afganistán, indicó ayer Amir Dad Mohammad, legislador de esa provincia y miembro del Parlamento de Kabul.

El primer ataque tuvo lugar en la carretera que une los distritos de Sangin y Greshk, cuando el ex jefe del primero de ellos y hermano de Dad Mohammad, Gul, su sobrino y tres guardaespaldas que viajaban con ellos fueron acribillados por los rebeldes. En el momento en que los familiares del ex administrador acudieron al lugar de los hechos para recuperar los cadáveres, fueron asimismo presa de los disparos de los talibanes.

En esta segunda acción, los guerrilleros acabaron con la vida de otras 27 personas, entre ellas otros dos hermanos de Dad Mohammad, quien en su día también ocupó el cargo de jefe del distrito de Sangin. Cinco personas más resultaron heridas en el incidente, mientras una decena se encuentra en paradero desconocido.

«Mi hermano Gul, su hijo y otros miembros de mi familia volvían del distrito de Greshk y fueron atacados. Les mataron junto a otras tres personas», relató Dad Mohammad. «Cuando fueron a ayudarles otros familiares también fueron embocados», añadió entristecido.

Estas acciones armadas se producen mientras el Ejército afgano y la coalición liderada por Estados Unidos en el país asiático llevan a cabo una amplia ofensiva, denominada Operación Monte Empuje, en las provincias de Helmand, Uruzgan y Kandahar, en el conflictivo sur donde los ultraintegristas tienen una fuerte presencia. Más de 10.000 militares participan en la vasta operación, que en los últimos días ha logrado abatir a casi un centenar de rebeldes.

Y en la frontera con Pakistán, un anciano líder de una tribu en el sur Waziristán fue asesinado por los talibanes por su estrecha relación con el Gobierno afgano y con las tropas estadounidenses.