La situación en Afganistán es ya de guerra abierta entre los rebeldes talibanes y las tropas afganas y occidentales que los combaten en las zonas fronterizas con Pakistán. El número de muertos diario ronda la treintena y la jornada de ayer no fue una excepción, ni a la hora de contabilizar los caídos entre los combatientes ni entre las víctimas civiles.
Según dijo Akram Khepelwak, gobernador de la provincia de Paktika -en el este del país asiático- un cohete, supuestamente lanzado por rebeldes destruyó una vivienda en el área de Angor Ada, dentro del distrito de Barmal, y causó la muerte de cuatro vecinos y heridas a otros 18.
La misma fuente calificó, no obstante, de exitosa la operación que realizaron los soldados de la alianza dirigida desde el Gobierno de Kabul y que abatieron a 26 presuntos talibanes durante una ofensiva con helicópteros artillados.
En el bando norteamericano también se produjeron bajas. Según informó su portavoz, el capitán Quentin Innis, las tropas patrullaban el distrito de Musa Qala, en la provincia sureña de Helmand, cuando fueron sorprendidas por un grupo de insurgentes. Un soldado resultó muerto en el enfrentamiento y otros dos fueron heridos y evacuados a la base militar del aeropuerto de Kandahar, donde se encuentran en estado estable.
Ataques
Los asaltantes dispararon con granadas y armas ligeras contra el convoy, formado por diez vehículos, causaron destrozos a tres automóviles y obligaron a los americanos a pasar la noche en el lugar. Las fuerzas británicas enviaron alrededor de un centenar de efectivos mediante aviones de transporte para sacar a los estadounidenses de la zona. La respuesta de Reino Unido fue rápida debido a que sus militares se encontraban cerca. «Cuando hay combates todo el mundo quiere ir y ayudar. La respuesta fue instantánea», añadió un portavoz de su Ejército.
Y el número de víctimas sigue subiendo de forma preocupante. Otro uniformado del Pentágono falleció horas después en un nuevo choque con las fuerzas enemigas en la provincia oriental de Kunar.
Desde el mando central de la coalición se anuncia asimismo el próximo inicio de la llamada Operación Monte Empuje contra la insurrección en el sur de Afganistán, donde se ha producido un notable incremento en los ataques desde el pasado mayo. Esta ofensiva se centrará en las provincias de Uruzgan, Kandahar y Helmand.