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Domingo, 21 de mayo de 2006
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ESPAÑA
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El Papa pide que la clase de Religión se equipare a las demás asignaturas
Benedicto XVI recuerda que los acuerdos de España con la Santa Sede establecen que esta materia debe darse en iguales condiciones que las restantes El Sumo Pontífice critica también «la suplantación de la familia»
El Papa pide que la clase de Religión  se equipare a las demás asignaturas
CORDIALIDAD. Benedicto XVI y Francisco Vázquez, ayer en el Vaticano. / EFE
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El Papa cambió ayer el registro del Vaticano en las relaciones con el Gobierno español, tras los momentos de tirantez de los últimos dos años, y recibió al nuevo embajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, en un ambiente relajado y con un discurso más afable. El ex alcalde de La Coruña, llegado a Roma hace mes y medio, presentó ayer sus credenciales ante Benedicto XVI y subrayó que su nombramiento «conlleva una clara voluntad de diálogo del Gobierno de España». No obstante, en el nivel literal de los discursos -que no se leen y sólo se entregan- el Papa deslizó veladas críticas a la «suplantación de la familia» y a la «discriminación encubierta» de los católicos en la educación. En concreto, recalcó que los acuerdos de España y la Santa Sede establecen que la clase de religión se impartirá «en condiciones equiparables a las demás disciplinas».

«Tono cariñoso»

Pese a todo, nada que ver con el estreno del anterior embajador, Jorge Dezcállar, que llegó al Vaticano en 2004, en el momento de máximo enfrentamiento y tuvo que encajar un agrio rapapolvo de Juan Pablo II. Pero desde entonces, y tras la elección de Ratzinger, el equipo de Zapatero se ha esforzado en mejorar las relaciones. Ha sido un proceso largo, punteado con tres envíos de emisarios a Roma en cuatro meses: dos veces la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y otra el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. En febrero de este año fue nombrado Vázquez para certificar el cambio de aires y ayer Benedicto XVI dio el acuse de recibo. «Ha sido un encuentro muy cordial, muy emocionante, que creo que tiene un tono nuevo, me atrevo a decir, cariñoso», resumió Vázquez.

El nuevo embajador es más del agrado del Vaticano y se presentó como «puente» entre el Gobierno y la Santa Sede. Vázquez dio las claves que le insertan como bisagra al alabar la labor social de la Iglesia y compartir la preocupación del Papa «por la evolución de una sociedad impregnada de un relativismo moral». «La España actual es un Estado constitucionalmente laico, pero no laicista», remachó. Benedicto XVI preguntó expresamente si el Ejecutivo español tiene intención de introducir nuevas leyes sobre aborto o eutanasia, y el embajador le tranquilizó. Igualmente, ambos hablaron sobre los modelos de financiación de la Iglesia y «no expresó predilección por ninguno», refirió Vázquez. Este terreno allanado prepara la visita del Papa a Valencia de los próximos 8 y 9 de julio.



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