El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, dijo ayer que el Gobierno «no puede hacer más caso al catecismo que al programa», en respuesta a las exigencias del Papa. Moraleda reiteró la postura del Gobierno de respeto a la Iglesia, «como viene siendo habitual».

El Ejecutivo, dijo, tiene que realizar su actuación «para el conjunto de los ciudadanos, para los que profesan una fe y para los que no, y ser respetuoso con la Constitución y sus valores, entre los que figura que nuestro Estado es aconfesional». Resumió, por último, que el Ejecutivo «garantiza a todos aquellos niños que quieran estudiar religión, que lo hagan, pero nunca lo impondría a aquellos que no lo quieran».

Sobre la defensa que hizo el Papa del matrimonio entre hombre y mujer, indicó que «el Gobierno gobierna para todos y no les pregunta antes por su condición para luego gobernar en función de la respuesta y sí en función de las necesidades». Aludió, sobre todo, a «la aspiración de libertad que nos inspira el que una persona, por su orientación sexual, tenga que sufrir algún tipo de menoscabo de sus derechos».