Al servicio de empleo municipal llegan muchas mujeres derivadas de los servicios jurídicos y sociales del Ayuntamiento. Casos de mujeres que han sufrido malos tratos y que su salida más inmediata es la independencia económica. «El empleo es una salida para las mujeres que han pasado o están pasando por esas circunstancias tan difíciles. Necesitan sentirse útiles y trabajo con el que poder salir adelante», comenta Virginia Ramos, responsable de la Opem.

El desconocimiento sobre el mercado de trabajo es una realidad para muchas. «Aunque tienen la edad suficiente, no están ni dadas de alta en el Inem».

Otro escollo en el empleo femenino es la precariedad laboral. «Los sueldos de las mujeres siguen siendo menores al de los hombres». Además, y como se puede observar en los informes que aportan los sindicatos habitualmente, existe la discriminación por sexos. «La mujer ni siquiera se plantea dedicarse a trabajos como la construcción. Tienen miedo al rechazo y a no ser admitidas», cuenta Ramos.