El encuentro intermunicipal del Partido Popular dejó una cosa bien clara: la campaña electoral en la provincia de Cádiz va ser sumamente dura. La propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, incidió ayer en que el éxito del PP en las próximas municipales es una obligación «tanto de los militantes como de los cargos electos». «El partido somos todos, cada uno en su parcela», dijo Martínez segundos antes de que su intervención fuera interrumpida por los aplausos del público ante la llegada de Javier Arenas. Parte de esta estrategia pasará, como también se demostró ayer, por el ataque sin contemplaciones a los socialistas y a quienes les apoyan. De esta forma, la alcaldesa de la capital atacó con que los socialistas se «conforman con poco, salvo en el engaño, donde son maestros». De las críticas no se libraron ni el teniente de alcalde de Jerez, Pedro Pacheco (PSA), ni el de El Puerto, Hernán Díaz (IP), del que dijo que en lugar de consiguiendo cosas para su ciudad estaba «en otra cosa».
Por su parte, el presidente provincial, Antonio Sanz, opinó que para las próximas elecciones «no vamos a presentar a los 44 alcaldes que tendrá la provincia -hay que recordar que Cádiz tiene 44 ayuntamientos- sino los 44 mejores alcaldes que podría tener». Con el mismo triunfalismo adelantó que el programa electoral de la formación política será abierto y que se han dispuesto 12 grupos de trabajo para que elaboren las políticas que se propondrán en Cádiz. «Somos el partido de las soluciones para la provincia», resumió.
Los dirigentes populares se explayaron en referir los posibles casos de corrupción que salpican al Partido Socialista. Entre ellos señalaron las operaciones urbanísticas «irregulares» del Ayuntamiento de Jimena, gobernado por mayoría absoluta por los socialistas, y su posible «vinculación con el caso Malaya», según palabras de Sanz.