Los restaurantes de los alrededores del estadio Ramón de Carranza están de enhorabuena. El traslado de numerosas administraciones a los bajos del estadio no sólo ha despertado el interés de todo tipo de negocios por instalarse en la zona sino que ha abierto los ojos de los comerciantes ya instalados en los alrededores.

Muchos de los propietarios reconocían los beneficios que va a suponer este traslado para los restaurantes y negocios de alto standing. La llegada de personal de un determinado nivel de vida, como es el caso de las administraciones dependientes de la Junta de Andalucía, va a suscitar la demanda de todo tipo de servicios.

La encargada del restaurante Jacaranda, Inés, reconoció la importancia de esta operación comercial para la revitalización de la zona, «ya que la clientela podría aumentar al tratarse de despachos y administraciones que trabajan en horario de tarde y que se ven obligados a almorzar fuera de casa», apuntó.

Además, destacó el papel que van a jugar los restaurantes cuando esté en funcionamiento este centro administrativo. Según la encargada, «estos empleados van a exigir unos servicios, de ahí que sea nuestro sector el más favorecido por esta transformación del barrio».

Sin embargo, no va a ser el sector hostelero el único beneficiado por esta situación ya que el número de clientes de la zona crecerá de forma desmesurado. De hecho, una de las administraciones que se prevé que pueda trasladarse en breve es la que se ubica actualmente en la Cárcel Real, uno de los corazones judiciales de Cádiz, que alberga el registro civil y nueve órganos: el Juzgado de Primera Instancia número 5, cinco juzgados de lo Penal y tres de lo Social. Estas oficinas así como otras de la Junta que también tiene previsto el traslado creará un importante número de clientes que se moverán por el barrio de La Laguna.

María Luisa, dependienta de Lencería Zuluoga, apuntó las ventajas que supone la llegada de nuevos clientes a la zona. En este sentido, puntualizó que aunque la zona en la actualidad es buena, ahora podría ser aún mejor ya que se espera un importante crecimiento de la actividad. En esta línea se pronunció también Miguel, uno de los camareros del bar Río Grande, para quien «la zona ha crecido de forma exagerada desde que se construyó el soterramiento de la vía del tren».

Con la puesta en marcha de esta superficie comercial, nace una nueva etapa para un barrio que crece poco a poco ya que aglutina las mayores inversiones realizadas por las administraciones, que ahora comienzan a dar sus frutos.