La aerolínea Aviaco desconfiaba, a mediados de los 70, de que un vuelo regular entre Madrid y la nueva terminal civil de La Parra fuera rentable. Antes de establecer el primer enlace regular de la historia de Jerez, la compañía firmó un convenio con el presidente -entonces- de la Diputación, Alfonso Perales, por el que Cádiz se comprometía a subvencionar las plazas vacías de cada aparato llegado a Jerez hasta que la empresa alcanzara el umbral de negocio. El gerente del Patronato de Turismo, Manuel González Piñero, recuerda hoy que jamás hubo que recurrir a esa cláusula: el vuelo Jerez-Madrid se convirtió en uno de los más utilizados de la flota de Aviaco y marcó el despegue del aeropuerto gaditano.