La mejora de las infraestructuras de la provincia van a redundar en un incremento del uso de las instalaciones del aeropuerto. Tras la apertura de la autovía Jerez-Los Barrios (la A-381), que conecta en apenas una hora el extremo oriental de la Costa del Sol con Cádiz, la terminal jerezana se perfila como una buena competidora para la terminal Pablo Picasso de Málaga, líder en Andalucía.
A esta carretera hay que agregar la culminación de las obras de duplicación de la N-IV en el arco de la Bahía, que se completará este verano con el tramo Chiclana-Vejer de la A-48. La infraestructura agilizará las comunicaciones con el núcleo hotelero del Novo Sancti Petri, uno de los mayores del país y principal destino de los viajeros que llegan a Jerez a través de los paquetes turísticos de los mayoristas europeos. La red de autovías que parte de Jerez también permite una conexión rápida con la Costa Noroeste a través de la A-470 y con la Sierra por la A-382, que está en proceso de construcción. Tan sólo queda el obstáculo terrestre, la Ronda Oeste de Jerez, que debe soslayar el atasco continuo de la N-IV en la circunvalación de la ciudad y el segundo puente de la Bahía.
Los medios de transporte públicos también tendrán mucho que decir en el desarrollo de La Parra. Ya es una realidad el enlace mediante autobús con la Bahía , aunque el sector exige al Consorcio de Transportes que los vehículos lleguen hasta Chiclana.
La duplicación del ferrocarril entre el aeropuerto y Cádiz permitirá imbricar además la terminal en el área metropolitana de la Bahía, ya que el proyecto contempla la construcción de un apeadero en La Parra. La terminal se convertirá así en uno de los pocos aeropuertos españoles con enlace ferroviario directo, junto con Barcelona-Prats y Málaga.