El empresario murciano Tomás Olivo, propietario del centro comercial La Cañada de Marbella , así como del edificio que acoge la emisora de Radio Nacional de España en la ciudad -inmueble que hace pocos meses adquirió en subasta pública-, prestó ayer declaración ante el juez que instruye las diligencias abiertas por la operación Malaya, el magistrado Miguel Ángel Torres, quedando en libertad sin fianza.

Tras menos de una hora de permanencia en las depencias judiciales donde prestó declaración ante al Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, el empresario murciano abandonó el edificio, fuentes cercanas a la investigación. Olivo tomó la decisión de personarse ante el juez Torres de forma voluntaria, ante los rumores que habían surgido estas semanas en torno a su figura, ante informaciones que sostenían que permanecía en el extranjero, huido de la justicia.