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Jueves, 20 de abril de 2006
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Bush cambia su equipo de confianza para eludir el voto de castigo en las legislativas
El portavoz Scott McClellan presenta su dimisión mientras la estrella del 'gurú' electoral Karl Rove decae Es el reconocimiento de los problemas de un Gobierno trabado por Irak
Bush cambia su equipo de confianza para eludir el voto de castigo en las legislativas
RELEVO. Bush pasea por los jardines de la Casa Blanca con su ya ex secretario de Prensa. / AP
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Como parte de la forzada limpieza de primavera en curso dentro de las primeras filas de la Administración Bush -instigada en buena parte por el propio Partido Republicano que con el actual equipo y las políticas en práctica se teme lo peor ante los comicios legislativos de noviembre- ayer se confirmaron cambios adicionales en el organigrama de la Casa Blanca. Una estrategia de renovación acelerada con la toma de posesión este lunes del nuevo jefe de gabinete, Joshua Bolten, encargado de infundir nuevo vigor a un Gobierno envejecido prematuramente en buena parte por la situación en Irak.

Scott McClellan, el portavoz oficial del presidente Bush, confirmó su dimisión ayer después de que trascendiera la búsqueda de alternativas para uno de los puestos más difíciles y visibles de la Casa Blanca. Entre cuyas responsabilidades se encuentra a diario explicar y defender en televisión las decisiones tomadas en el Despacho Oval. McClellan estaba considerado como un secretario de Prensa de limitadas capacidades, especialmente en comparación con los más efectivos portavoces que se sucedieron durante la Administración Clinton. Pese a haber indicado durante los últimos días su firme intención de permanecer como secretario de Prensa de la Casa Blanca, McClellan ha confirmado su salida al lado de George W. Bush, diciendo «lo he dado todo en este trabajo y a usted señor presidente, y lo voy a seguir dando todo durante este periodo de transición». Las especulaciones sobre sucesores para el decisivo puesto de portavoz se han centrado inicialmente en Tony Snow, comentarista de la cadena Fox News y con experiencia en la Casa Blanca como escritor de discursos para Bush padre.

Reconocimiento

De todas las decisiones de personal adoptadas por la Casa Blanca, el más explícito reconocimiento de los graves problemas políticos que tiene la Administración Bush ha sido el anuncio realizado ayer de que Karl Rove, legendario gurú electoral de George Bush, va a dejar sus actuales atribuciones como coordinador de cuestiones de política doméstica. Aunque por el momento mantendrá su puesto formal como subjefe de gabinete de la Casa Blanca.

El llamativo y comentado recorte de responsabilidades de Rove, todavía bajo investigación en el laberíntico caso de la espía delatada, ha sido justificado para que pueda concentrarse en la organización de una efectiva campaña de cara a los comicios parlamentarios previstos en cuestión de siete meses. Cita electoral donde los republicanos anticipan un significativo varapalo en forma de voto de castigo contra la Administración Bush, que pondría seriamente en peligro las actuales mayorías conservadoras en ambas Cámaras del Congreso. Karl Rove, apodado popularmente como el cerebro de Bush, ha acompañado al presidente desde sus primeras incursiones en la fascinante y peculiar política de Texas. Con una sucesión de éxitos que culminaron en la reelección de George Bush para un segundo mandato en la Casa Blanca. Triunfo atribuido al arquitecto Rove que ahora contrasta con los peores índices de aprobación a la gestión del presidente desde su toma de posesión a principios de 2001. A partir de ahora, el vacante papel de coordinador de política doméstica será asumido por Joel Kaplan, subdirector presupuestario de la Administración Bush. Nombramiento que confirma el ímpetu con que ha entrado el nuevo jefe de gabinete Joshua Bolten, ex director presupuestario. Tras asumir el lunes oficialmente su posición equivalente a ministro de la Presidencia, Bolten confirmó sus intenciones de «reavivar» la Casa Blanca haciendo un llamamiento al abandono a los altos cargos que lo deseen.



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