/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_1.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_2.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_3.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_4.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_5.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_6.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_7.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_8.html
Si has oído a alguien decir que no le gusta la Feria de Jerez, deberías preocuparte por esa persona. Porque es tanto como decir que no le gusta la vida. En la Feria del Caballo se come muy bien, se bebe mejor y se canta y se baila como en ninguna otra parte de España. Y esto último no es una opinión, los expertos en flamenco pueden corroborarlo si hay dudas. No verás bailar jamás a nadie como a un señor jerezano, y que me perdonen las flamencas, que también lo hacen espectacularmente bien.
Es difícil no caer en topicazos andaluces para definirla pero se puede decir que además de lo que tienen todas las demás, la del González Hontoria ofrece, como mínimo, 209 ambientes distintos. Incluso más. Porque en las calles del real también se canta, se baila y se luce tipo, especialmente a caballo, como no podía ser de otra forma en esta ciudad.
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_1.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_2.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_3.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_4.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_5.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_6.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_7.html
/jerez/201505/11/claves-redescubrir-feriajerez-20150511132536-pr_8.html