El primer ministro Andrej Babis se juega la reelección en República Checa

Según las encuestas, su partido liberal-populista Ano (que significa ¡Sí!) pueden contar con alrededor del 25% de los votos y con el puesto de partido más votado

Un cartel electoral del primer ministro checo y líder del partido ANO, Andrej Babis Reuters | Vídeo: Atlas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La publicación de los «Papeles de Pandora» no ha podido llegar en peor momento para Andrej Babiš . El primer ministro checo se afanaba en la recta final de la campaña electoral cuando, el pasado fin de semana, se vio obligado a cambiar su estrategia y pasar a la defensiva. Las acusaciones eran serias: el multimillonario compró varias propiedades de lujo en la Riviera francesa por 15 millones de euros en 2009, a través de empresas 'offshore' interpuestas que acababa de fundar. Hay implícitos delitos de evasión fiscal y lavado de dinero, que Babiš rechazó desde el primer momento y que se suman a otras sospechas de retirada ilegal de fondos europeos. Pero no parece que nada de esto vaya a terminar con la carrera política del Donald Trump checo. Según las encuestas, Babiš y su partido liberal-populista Ano (que significa ¡Sí!) pueden contar con alrededor del 25% de los votos y con el puesto de partido más votado.

Si se busca Ano en el directorio oficial ordenado alfabéticamente de los partidos candidatos, no aparece. Es necesario seguir leyendo hasta el capítulo «Movimientos políticos» y esta es una de las claves del sostenido éxito de Babiš. Su partido se niega a ser un partido. Lo que Babiš ofrece al electorado es dirigir el Estado checo como una empresa , ese es su mantra. Y debido a que actualmente es la quinta persona más rica del país, muchos confían en él para que extienda la prosperidad y el éxito a escala estatal. Además, su gobierno ha puesto acentos en la política social, como los aumentos de las pensiones, y se ha hecho con votantes tradicionalmente de izquierda. Aunque Babiš se presenta a sí mismo como hombre de confianza del primer ministro húngaro Viktor Orbán y aunque se sirve de una retórica aguda contra la inmigración, en casa es apreciado como una político de izquierda y recibe críticas europeas por su abultado gasto público. Solo podría ser desbancado por una coalición de todos contra Babiš, en la que terminase reunido un buen catálogo de partidos checos.

La formación política de oposición más fuerte en este momento es una alianza de tres partidos conservadores , que en las encuestas obtiene poco más del 20%: los Ciudadanos Demócratas (ODS), los Demócratas Cristianos (KDU-ČSL) y el derechista liberal Top 09 de Karl Schwarzenberg, que concurren juntos bajo el sencillo nombre de Spolu (juntos). El progresista Partido Pirata y el liberal Stan (alcaldes e independientes) también concurren en alianza a estas elecciones. En las encuestas aparecen justo detrás de Spolu. El jefe pirata, Ivan Bartoš, llegó a liderar los sondeos antes del verano. En ese momento, Ano sufría las amargas críticas ciudadanas por sus errores en la lucha contra la pandemia mientras la República Checa registraba cifras récord de infecciones en Europa. Bartoš, un tipo con rastas, comportamiento despreocupado y un liderazgo temático en áreas como la administración digital o la política climática, capturó un segmento diverso de votantes alrededor del centro político que se ha ido disipando con el control del virus pero que podría llegar a jugar todavía algún papel. Babiš, consciente de ello, ha hecho una dura campaña en su contra. «Incluso dice en las residencias de ancianos que queremos quitarle las pensiones a las personas», se ha quejado Bartoš en una reciente entrevista.

La gran incógnita es el desempeño de los actuales socialdemócratas (ČSSD), que han gobernado en coalición con Babiš esta legislatura. En las encuestas, se encuentran al borde del umbral del 5%. Si no regresan a la Cámara de Representantes , Babiš perderá a su socio de coalición . Los comunistas (KSČM), que se sumaron al gobierno Babiš pero que abandonaron ese barco hace seis meses, no lo están haciendo mucho mejor. El partido de derecha populista y hostil a la UE Libertad y la Democracia Directa (SPD,) encabezado por el checo-japonés Tomio Okamura, podría ser una opción, pero pone por delante que un referéndum sobre la salida de la República Checa de la UE será condición irrenunciable para cualquier coalición de la que forme parte y esta propuesta no es del gusto del pragmático Babiš. Y luego está la nueva agrupación Přísaha (juramento) del ex oficial de policía Robert Šlachta, que se hizo un nombre como investigador de escándalos. Algunos analistas consideran que Přísaha es un partido réplica, que servirá como soporte a Babiš. En los últimos sondeos antes de publicarse los Papeles Pandora ANO contaba con un 27,3% del apoyo y entre los candidatos a votar su investidura figuraba en lugar destacado Přísaha, que solamente ha rebajado un poco sus guiños después del escándalo Pandora.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación