Los periodistas acogidos por RSF: «No saben lo que es caminar por una ciudad y no tener miedo»
La organización y el Ayuntamiento de Madrid han presentado su Programa, destinado a proteger a informadores latinoamericanos amenazados en sus países de origen, en la Casa de América
Cuando se observa detenidamente, el mapa sobre la situación de la libertad de prensa en el mundo ofrece un panorama triste. Si la mirada se fija en los países latinoamericanos, en otros como China o los que gobiernan autocracias de cualquier signo, regímenes que bajo el maquillaje ideológico siempre esconden los alambres de la censura, las conclusiones apagan la esperanza . El naranja, el rojo y el negro, los colores que motean varios continentes, sirven de alerta sobre los peligros que afrontan los informadores que se atreven a realizar su tarea, a pesar de jugarse la vida con cada artículo.
Conscientes de ese riesgo, la sección española de RSF y el Ayuntamiento de Madrid pusieron en marcha el Programa de Acogida Temporal de Periodistas de América Latina , que se ha presentado este martes en la Casa de América . El acto, que ha moderado el presidente de la organización, Alfonso Armada, ha contado con la participación de los beneficiados de la tercera edición, los reporteros Andrea Aldana , de Colombia; Carmen Valeria , de El Salvador, y Juan José Toro , de Bolivia. Solo ha faltado Alejandro Ortiz , de México, que volaba hoy de regreso a su tierra. Con palabras afectuosas para los acogidos, y destacando que su trabajo es un acto de «rebeldía», pues «ponen en peligro su propia vida» para plantar cara a la violencia y las injusticias, la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís (Cs), ha clausurado el encuentro.
«Aparte de un período de sosiego y reparador, esperamos que el Programa sirva de respaldo a su labor. Que gracias a la visibilidad internacional, tengan una protección adicional», explica Santiago Saura Martínez (Cs), concejal responsable del Área Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento. «Se aportan 50.000 euros al año y lo hemos mantenido en los Presupuestos de 2021, que irán destinados a la cuarta edición, del año que viene», señala, recordando el compromiso de la capital con Latinoamérica, mediante diversos proyectos de cooperación internacional.
Salvar vidas
«A mí, literalmente, este programa me ha salvado la vida », confesaba Andrea Aldana , durante su intervención en el acto, en el que denunciaba el hostigamiento que ha sufrido por parte de «agentes estatales» de Colombia. «Me encontraba en una situación de seria inseguridad. No saben lo que es caminar en una ciudad y no tener miedo de quién viene, sin asustarse por el ruido de una moto. Este tipo de programas no puede morir», pedía la reportera. Situado en la posición 130 de los 180 que mide RSF en su Clasificación Mundial sobre la libertad de prensa, su país es uno de los más peligrosos del continente. «Yo he interiorizado el miedo y lo he hecho parte de mi vida, y me he dado cuenta de que eso no es sano. He descubierto el daño que llevaba conmigo. Pero voy a volver, porque hay que seguir haciendo lo que yo hacía, dando visibilidad a zonas de Colombia apartadas», concluía, con coraje.
Sus compañeros, la salvadoreña Carmen Valeria y el boliviano Juan José Toro , hacían gala de una determinación similar.
Valeria , hija de una «familia acomodada», confesaba haber reflexionado sobre sus privilegios durante sus estudios universitarios, desarrollando su conciencia social. Comprometida con su oficio tras leer ' Esclavas del poder ', de la periodista mexicana Lidia Cacho , afirmaba que solo abandonaría su trabajo en dos circunstancias, si le despojaba de su sensibilidad o si terminaba por ser innecesario. «Los viajes con buenos para ampliar perspectivas. Me ayuda a volver con muchas ganas de hacer cosas», añadía la joven, sobre su paso por Madrid.
Para Toro , víctima de palizas por denunciar la explotación descarnada del Cerro Rico de Potosí , la mina de plata que cargó los barcos del Imperio español, su estancia le ha dado la oportunidad de encontrar documentación valiosa, que le permitirá continuar con sus investigaciones y persistir en su labor. «Entre Madrid y Potosí hay muchos vínculos, y tenemos que volver a reponerlos», pedía.
Heridas psicológicas
«La vocación más grande se queda pequeña al lado de la de estos periodistas», alababa Javier Hernández , de Radio Televisión Española, que también ha participado en el acto, cuando anunciaba que ha registrado el testimonio de los periodistas acogidos en una serie de 'podcast' que se podrán escuchar muy pronto.
Por la humanidad y el compromiso del que son ejemplo, la historia de los reporteros resulta admirable, sobre todo si se conocen las heridas psicológicas, igual de dolorosas que las físicas, que puede provocar su trabajo. Para concienciar sobre el estrés postraumático y la necesidad de proteger la salud mental de que los que se exponen a la violencia durante sus coberturas, RSF y la Fundación Canis Majoris organizaron la semana pasada un coloquio, con la intención de dar a conocer estas cuestiones. Sin duda, solo la protección y el cuidado pueden ayudar a que el buen periodismo siga en marcha.
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