RSF denuncia las amenazas a las que se ven sometidas las periodistas por hacer su trabajo

La organización detalla varios casos de acoso o abuso padecido por las mujeres que se encargan de informar

Un grupo de familiares rodea el ataúd de Sadia Sadat, una periodista afgana asesinada a principios de marzo EFE
Silvia Nieto

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Sucedió hace apenas un par de meses, en uno de los países más peligrosos del mundo. La mañana del 10 de diciembre de 2020, la afgana Malalai Maiwand , una joven de 30 años, fue asesinada por un grupo de hombres armados a las afueras de Jalalabad, en una ataque que más tarde reivindicó el grupo terrorista Estado Islámico (EI). Por trabajar como periodista y clamar por los derechos de otras mujeres a significarse en esa profesión, la chica se había convertido en un objetivo de los radicales. Su caso, que recuerda Reporteros Sin Fronteras (RSF) este lunes, figura en el informe que publica hoy la organización, con motivo del 8 de marzo.

Con el título de ' El periodismo frente al sexismo ', el documento detalla las agresiones a las que se ven expuestas las mujeres que trabajan como periodistas, revelando la lista de países donde la profesión resulta más peligrosa. Entre las denuncias, varios tipos de ataques y escenarios de ataque aparecen como los más frecuentes. En primer lugar, las violencias sexuales suelen estar a la orden del día, sobre todo en países donde los derechos de las mujeres son casi inexistentes o directamente ignorados. En segundo, destacan el acoso y las amenazas a través de internet y las redes sociales , con las que se pretende amedrentar a las periodistas, para silenciarlas o intentar apartarlas de su profesión. Por último, las redacciones también son lugares donde algunas periodistas han denunciado discriminación o amenazas.

Distintos escenarios

A través de los testimonios, las historias personales del informe sirven para conocer los detalles de esas presiones a las que se ven sometidas las reporteras. Por ejemplo, con los riesgos a los que se enfrentan durante sus coberturas. Una muestra es la historia de Lara Logan , enviada especial de la cadena 'CBS' a Egipto, donde fue rodeada por un grupo de hombres mientras cubría la revolución de 2011. Después de desnudarla, la agredieron sexualmente. Otro, el de Laurence Geai , una fotorreportera francesa que ha padecido en varias ocasiones acercamientos inadecuados, con intención sexual no consentida, mientras trabajaba en República Centroafricana, Azerbaiyán o Irak.

Sobre el acoso, las redes sociales se han convertido en el principal escenario de ese tipo de hostigamiento, que fomenta el anonimato de los culpables. De hecho, el informe detalla que el 73 por ciento de las agresiones machistas se cometieron a través de internet. Un ejemplo es el de la periodista india Rana Ayyub , que recibe a diario amenazas de muerte o de violación, cuando no se suplanta su identidad en Twitter para poner en su boca barbaridades de todo tipo, como forma de amenaza. En lo que respecta a las redacciones, el documento recuerda el caso de la periodista danesa Sofie Linde , que denunció a un alto cargo de la cadena pública de su país por pedirle favores sexuales a cambio de impulsar su carrera.

El informe concluye con una serie de consejos para los medios de comunicación y las periodistas, recomendando que se vele por los derechos de las mujeres y se luche por la igualdad.

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