«No lo vamos a permitir»: Trump se plantea otra respuesta a la epidemia para evitar el parón económico

Se abre paso la tesis de aislar solo a las personas de más riesgo, mayores o con enfermedades

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo AFP / VIDEO: Trump pide a los americanos que se queden en casa para luchar contra el «enemigo invisible» - AT

Javier Ansorena

La epidemia de coronavirus avanza con fuerza en EE.UU., donde ayer se superaban los 40.000 casos confirmados y las 500 muertes. El colapso sanitario por el aumento de casos ya se nota en los lugares más afectados, como Nueva York, que acumula la mitad de los casos del país. Si, como se espera, el crecimiento exponencial se mantiene, esta misma semana EE.UU. superará a Italia como segundo país con más casos en el mundo , después de China. Pero, de forma paralela, la crisis y la respuesta de confinar a los ciudadanos para evitar el contagio suponen un hachazo a la economía del país, amenazada con caer en recesión y con un paro de hasta el 20%, un nivel desconocido en EE.UU.

En las últimas horas, la cuestión sobre qué precio hay que pagar para contener la epidemia ha llegado a las esferas más altas del Gobierno. «No podemos dejar que la cura sea peor que el propio problema», escribió Trump, en un mensaje con mayúsculas en Twitter. «Al final del periodo de 15 días, tomaremos una decisión sobre qué vía elegir».

El presidente de EE.UU. hacía referencia al periodo de 15 días que arrancó el 16 de marzo y acaba en el fin de mes en el que la Casa Blanca se comprometió a frenar la expansión de la epidemia, con recomendaciones de distanciamiento físico, cierre de colegios y de negocios no esenciales. Hasta ahora, catorce estados -incluyendo algunos de los más poblados, como California, Nueva York, Illinois, Ohio o Michigan- habían decretado órdenes -en diferentes grados- de confinamiento en sus casas a los ciudadanos.

«No lo vamos a permitir», dijo Trump este lunes sobre las consecuencias negativas para el país de extender las medidas restrictivas. Aseguró que desde el comienzo de la epidemia «hemos aprendido mucho» y, en una semana, estará en disposición de tomar medidas para «hacer dos cosas a la vez», es decir, parar la epidemia y reactivar la economía. No dio detalles de cómo conjugará esos dos objetivos y dijo que habrá anuncios en los próximos días.

«En algún momento tenemos que seguir adelante», dijo. «Esta temporada la gripe ha provocado 50.000 muertes en nuestro país. Los accidentes de automóvil provocan muchas más y no quiere decir que digamos que no se puede conducir».

El parón económico asociado con estas medidas son una gran preocupación para Trump en el año de su reelección. Muchos comentaristas conservadores y algunos senadores republicanos, como Ron Johnson y Patrick Toomey, se han mostrado en contra de poner el énfasis en frenar la epidemia.

El mensaje, sin embargo, encontraba el lunes eco en un rival político: el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo. En su rueda de prensa diaria, cuando no se habían cumplido ni 24 horas de la orden de confinamiento general que decretó la semana pasada y arrancó el domingo por la noche, Cuomo reconoció que la situación «no es sostenible».

«No puedes tener la economía parada para siempre», dijo Cuomo, que cuestionó si es posible «tener una estrategia de salud pública que sea menos destructiva con la economía» y se planteó la posibilidad de «estratificar el riesgo» y desarrollar planes para que los jóvenes -con menos riesgo- o los que ya están curados vuelvan a su puesto de trabajo.

El gobernador mencionó a David Katz, un experto de la Universidad de Yale, que este fin de semana publicó una tribuna en «The New York Times» en la que criticaba las medidas de confinamiento generalizado y recomendaba un aislamiento «quirúrgico» de las personas con más riesgos -mayores o con enfermedades- para no destruir la economía.

Un cambio de rumbo de ese estilo, sin embargo, no parece una opción a corto plazo. Sobre todo, en Nueva York, donde el escenario es muy preocupante. Deborah Birx, la coordinadora del equipo especial de la Casa Blanca contra el coronavirus, detalló que uno de cada mil habitantes del área metropolitana de la ciudad de Nueva York está contagiado y que el 28% de los que han hecho el test han dado positivo, frente al 8% del resto del país. Son números que, en su opinión, hacen sospechar que el virus «ha circulado durante semanas» en la principal ciudad del país.

Mientras tanto, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, alertó de que la situación médica es crítica y que los hospitales necesitan con urgencia ventiladores y material de protección como mascarillas, guantes o batas. «Si no recibimos esos equipos, vamos a perder vidas», alertó.

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