Evo Morales se ve ganador de las elecciones en Bolivia y denuncia un «golpe de Estado» de la oposición

El presidente boliviano se encuentra a un 0,52% de votos de evitar la segunda vuelta, con el recuento oficial al 97%

Evo Morales comparece ante los medios este miércoles en La Paz Efe

Carmen de Carlos

Evo Morales no da su brazo a torcer y se resiste a reconocer el fraude que está en boca, con palabras más diplomáticas, de la OEA, la Unión Europea y buena parte de la comunidad nacional e internacional. El presidente del estado Plurinacional de Bolivia, ve peligrar su permanencia en el poder después de trece años largos y denunció un «golpe de Estado» con «apoyo internacional». Morales, recurrió al comodín del colonialismo, favorito cada vez que está en apuros, para rechazar la supuesta conspiración porque, «no estamos en tiempo de colonia, en tiempo de monarquías».

«El Evo», como le conocían en familia y sus seguidores, apuntó a la oposición y a efectivos de las Fuerzas Armadas en retiro. Unas horas antes, Antonio Costas Sitic , vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSC) presentó su renuncia por la «desatinada» decisión de sus compañeros de suspender temporalmente el escrutinio rápido del TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) que, en un cambio de tendencia insólito y tras la suspensión injustificada del recuento, acercaba la victoria en primera vuelta a Morales (con el 96,78% de las actas computadas, el recuento oficial marcaba este miércoles una diferencia de 9,48% entre los los candidatos más votados –37,36% para Mesa y 46,03% para Morales–).

«Hace semanas atrás algunos comités cívico con algunos militares en servicio pasivo se reunieron y planificaron un golpe de Estado», denunció. Según el hombre que tiene las espaldas cubiertas con el régimen de Caracas y La Habana, en esa conspiración se decidió destituirle. Ese, según sus declaraciones, era el objetivo de las protestas y el cerco del gentío a diferentes Tribunales Electorales Departamentales (regionales). El escándalo del escrutinio oficial, que en menos de 24 horas, tras suspender el recuento, pasó de un balotaje seguro a rozar la victoria en primera vuelta de Evo Morales, abrió la mayor crisis del Gobierno en estos casi catorce años.

Todo en tela de juicio

El ex vicepresidente del Tribunal Superior Electoral , se deslindó de la operación que ha puesto bajo sospecha el recuento ya que «todo el proceso electoral», desde la candidatura, prohibida de Morales, estaba desde el origen en tela de juicio. Todo ello, según Costas, «derivó en una inncesaria convulsión social».

La dimisión de Costas es la última de una serie que arrancó a finales del mes de enero y ahora deja al Tribunal exclusivamente en manos de los vocales identificados con el MAS (Movimiento Al Socialismo) de Evo Morales. Por qué se interrumpió el escrutinio, al 83% de los votos, Costas dijo, «no supe la razón» pero al reponerse con «el 10 por ciento de diferencia (se reestableció con 94%), la situación se descontrola».

Morales, ajeno (al menos en apariencia) a la falta de reconocimiento del resultado por parte de la oposición – sí lo ha hecho el régimen de Maduro y el de Díaz-Canel – se proclamó ayer vencedor en un intervención pública. «Saludos y agradecer por este nuevo triunfo del Movimiento Al Socialismo, es la cuarta elección consecutiva que ganamos democráticamente», proclamó.

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